Un verdadero acontecimiento

El pueblo sale a la calle en la procesión extraordinaria del Señor de la Salud

27 ene 2019 / 11:21 H.

El esplendor de las fiestas de julio en pleno invierno. Con incredulidad vivieron los cientos de fieles que se echaron a la calle en Villargordo la salida extraordinaria del patrón local, el Santísimo Cristo de la Salud, con motivo de la Misión Diocesana. El pueblo se engalanó para la ocasión y arropó al Señor por un itinerario distinto del veraniego.

Hasta Villargordo se desplazaron fieles de pueblos cercanos y emigrantes, que aprovecharon el fin de semana para acompañar a la venerada imagen. Los actos comenzaron con una eucaristía, oficiada por el párroco Germán García. A continuación, los devotos subieron hasta la ermita, desde donde se hizo el camino a la inversa, pero ya con el Crucificado. La comitiva discurrió por las calles Pablo Iglesias, Ramón y Cajal y José María Polo. Finalmente, se adentraron en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, donde la imagen permanece varias semanas. El desfile contó con presencia de representantes de las cofradías locales, de otras hermandades de fuera y de la Corporación Municipal. Como nota especial, más de sesenta niños de catequesis, con túnica blanca y cordón granate —el color de la cofradía— siguieron al trono. En cuanto al acompañamiento musical, corrió a cargo de la banda Maestro Miguel, que interpretó varias marchas durante el trayecto.

El pueblo, como apunta el capataz, Vicente García, disfrutó de unas horas muy emotivas y lo sigue haciendo, pues tiene la oportunidad de contar con el patrón en pleno casco urbano, algo que solo suele pasar la segunda quincena de julio —del 24 al 28—. Unos noventa anderos portaron sobre sus hombros al Cristo de la Salud, que iba sobre su trono plateado y adornado especialmente para la cita. Se usó el respaldo donado por una familia, ya que su color rojo coincidía con las flores.

La procesión tuvo una duración similar a la del mes de julio. En una tarde noche con temperatura agradable para tratarse de un mes de enero, los fieles dejaron patente su cariño, con vítores y emoción a flor de piel. No debe olvidarse que la Hermandad del Santísimo Cristo de la Salud tiene alrededor de mil miembros a pesar de que hay menos de 4.000 habitantes. Muchos de los hermanos son vecinos que residen en otros puntos de la provincia o fuera.

Apagados los ecos del verdadero acontecimiento vivido anoche, los devotos se vuelcan en honrar al patrón y en preparar el regreso del 8 de marzo. Ya se trabaja en los detalles de la vuelta, que será un concurrido viacrucis.