Un verano de los niños saharauis marcado por la lentitud de la burocracia

El programa “Vacaciones en Paz” vuelve a Jaén con 51 menores en casas de acogida en la capital

27 jul 2022 / 06:00 H.
Ver comentarios

Sol, playa, campo, piscina. En resumen, unas vacaciones en España. El que para muchos europeos es el destino predilecto para relajarse es también el lugar donde pasarán el verano otros “turistas”, sin hoteles con todo incluido. Desde mediados de los años 90, cientos de niños saharauis pasan dos meses en distintas ciudades del país quedándose en casas de acogida. Esto es “Vacaciones en Paz”, un programa presente en varios puntos de la Península, entre ellos Jaén.

Como casi todo en la vida, la pandemia del coronavirus afectó a esta iniciativa solidaria impidiendo que se realizara en 2020 y en 2021. Este año, no obstante, sí que se ha llevado acabo, aunque no de la mejor manera posible. En el caso de la provincia jiennense, el pasado viernes llegaron los primeros 30 niños a la capital, como se ve en el vídeo que acompaña a esta noticia, mientras que los 21 restantes harán lo propio este 28 de julio. Pese a que parezca todo correcto, la organización critica todas las trabas que han afectado al proceso de llegada de los menores a España y a Jaén.

Un proceso que ha provocado “rabia e impotencia”

La presidenta de la Asociación de Apoyo al Pueblo Saharaui de Jaén, Franma Ruiz, se muestra molesta por los impedimentos que hanprocado que los niños no hayan venido a finales de junio, como habitualmente, sino unos treinta días más tarde. “Han perdido un mes aquí, se les han quitado unos derechos que tenían”, subraya. La máxima responsable no ha querido señalar directamente a las instituciones públicas por la tardanza, pero sí que duda de ellos porque “todo el mundo ha ido retrasando el proceso”.

Poniéndolo en contexto, la asociación tiene que presentar una gran cantidad de documentos para que los niños saharauis pasen aquí sus vacaciones. Ruiz explica que primero se llega a un acuerdo entre ministros, luego se publica en el Boletín Oficial del Estado, se presentan papeles en la Junta, en Extranjería y finalmente tienen que llegar los pasaportes de los menores. Un procedimiento largo y tedioso que le ha dado “mucho estrés, rabia e impotencia” a la presidenta al ver “cómo te torean”.

Franma Ruiz y la asociación consideran que esta “dejadez” por parte de quienes gobiernan se debe al giro político de España respecto al conflicto entre el Sahara Occidental y Marruecos. Aun así, buena parte de los niños ya están aquí, lo que supone un alivio para quienes organizan el programa. La presidenta en Jaén sintió “una emoción muy grande” cuando llegaron los menores, y ahora se preocupa que estén bien con sus familias de acogida, que “se hagan las revisiones médicas, que coman carne y frutas, que se bañen en piscinas y que disfruten”.

Empiezan las vacaciones para los niños

La reunión de los niños saharauis con sus familias de acogida se demoró hasta las 11:00 horas y tras un largo viaje de casi un día. Es por ello que los chavales estaban muy cansados a su llegada a Jaén y que muchos de ellos no manifestaran su emoción nada más aterrizar, pese al asombro al ver el paisaje y las ciudades mientras venían en el autobús. Una vez pasado el cansancio, y al ser niños de ocho años, Ruiz comenta que es normal que se sientan extraños en una casa que no es la suya. Sin embargo, cada uno es diferente, y ya hay quienes están totalmente integrados y a quienes les cueste un poco más.

Buena parte de este trabajo de acoplar al niño depende de las familias de acogida, unas personas a quienes la presidenta exige conocer antes de darles la mayor de las responsabilidades. Ruiz se congratula de que sean muchos los tipos de familia que decidan acoger en sus casas a estos niños, pues hay desde chicas solteras hasta abuelas que viven solas, pasando por familias con varios hijos o parejas de toda clase. Su tarea es cuidar al niño, pero también hacer que se lo pase bien, como se aprecia en el vídeo.

Además de las propuestas de las familias, la asociación organiza actividades con los niños. Actualmente tienen agendado un acto en la Diputación y una bienvenida con día de piscina incluido en el Ayuntamiento de Huelma, pero Ruiz reconoce que no han podido cerrar más excursiones porque no disponen del listado completo de los niños.

Un programa que “no debería existir”

La razón principal por la que los niños saharauis pasan el verano en España es porque en su casa, en un campamento, las temperaturas pueden alcanzar los casi 60º los meses de julio y agosto, algo inhumano con lo que convivir. Pero Franma Ruiz va más allá de un problema climático y lo considera una cuestión política. La presidenta opina que si viviesen en el territorio que les pertenece, con un tiempo más asequible, y no en medio del desierto, junto a situaciones económicas y sociales estables, el programa no tendría cabida. No obstante, su postura es bien firme: “los políticos no quieren ayudar”.

Estas declaraciones vienen de una mujer que considera el Sáhara “su vida”, y quien acoge a una niña con cierta discapacidad consigo en estos meses. Por tanto, su discurso va dirigido a familias que se animen a ayudar con este problema y, sobre todo, a una sociedad que no refleja la magnitud de la situación que viven los saharauis, con unos niños nacidos en la guerra.

Provincia