Un recorrido por el Palacio Episcopal de Begíjar con la “guía turística más joven de España”
Santiago Vargas y su familia buscan poner en valor el histórico edificio begijense y abrirlo al turista en un futuro
VÍDEO
“¿Qué pasaría si visitáramos el Palacio Episcopal de Begíjar? Acompáñeme y se lo muestro”. Así comienza un vídeo en el que se enseña con detalle el interior del Palacio Episcopal de Begíjar, un edificio que data del siglo XVI. Nada fuera de lo normal, si no fuera porque la guía es Alma Escuderos, una niña de tan solo 9 de años, natural del municipio de La Loma. Con gran desparpajo y conocimiento de causa, Escuderos va guiando al visitante por las diferentes salas y hablando de la historia de cada uno de sus utensilios allí almacenados. Aunque parezca extraño que una niña tan pequeña sea la guía turística en estos vídeos, la razón cobra sentido al hablar con sus familiares. Escuderos se ha criado prácticamente entre los pasillos del palacio, ya que su padre, Ramón Escuderos, es el encargado de mantenerlo a punto y darle vida. El begijense ha cogido el testigo de su tío, Santiago Vargas, quien compró la propiedad en los años noventa.
Cuando Vargas tan solo tenía 20 años, su padre le obsequió el Palacio Episcopal en 1994 para ponerlo en valor. Dos años más tarde, él mismo hipotecó dicho palacio para adquirir el Torreón del Castillo de Begíjar, el cual llevaba cerca de una década en venta. Ambos edificios pertenecían a particulares y la corporación municipal de ese momento no quiso hacerse cargo de ellos, de acuerdo con Vargas, porque “lo descifraron como una ruina no rentable”. Sin embargo, él supo ver el valor arquitectónico e histórico detrás de ellos. Desde entonces, se ha dedicado en cuerpo y alma en su reconstrucción y adecuación para convertirlo en un museo de artes y costumbres populares.
Durante cerca de cuarenta años, su familia ha ido recopilando utensilios de los diferentes oficios que se practicaban antiguamente en el municipio. Gracias a ello, el palacio guarda en su interior una impresionante colección etnográfica de usos y costumbres del municipio que está compuesta por más de 17.000 piezas. Además de los útiles tangibles de la colección, la misma destaca por los relatos que la rodean. Vargas y su sobrino han recopilado mitos, dichos populares y referencias lingüísticas de la época, unos detalles que añaden aún más valor a ambos monumentos.
Las diferentes estancias del palacio son la puerta hacia una treintena de oficios desaparecidos. En ellas, se ha recreado una farmacia de hace doscientos años, se han recogido los utensilios de un herrero o los que usaban los matanceros. Vargas no quiere que estos monumentos queden en el olvido. Por ello, y aprovechando la cercanía del municipio con las Ciudades Patrimonio de la Humanidad de Úbeda y Baeza, busca abrirlos a visitas para su uso turístico. “No solo es importante conservarlo para las generaciones futuras, queremos difundir la cultura del pueblo a través de los dos edificios, que formen parte del turismo del pueblo, que ahora mismo está totalmente parado en ese sentido”, subraya el begijense.
En este papel de difusión la pequeña Alma es una pieza indiscutible. “Alma quizás sea la guía turística más joven de España”, bromea Escuderos sobre la joven, quien a tan temprana edad ya es consciente de la importancia de estos emblemas. “De ella surgió la idea de mostrar en redes sociales una pieza al mes. Sería un vídeo mostrando el utensilio, de qué material está hecho y para qué sirve”, define Vargas. La ilusión de la pequeña es contagiosa y otros vecinos ya preguntan cuándo podrán descubrir más sobre ambos espacios. Aún no tienen fecha para eso, pero no cabe duda del interés despertado por Vargas y su familia, quienes esperan que algún día su palacio y su torreón formen parte de los monumentos imprescindibles que el turista debería conocer en su visita a La Loma.