Un puente sobre la Loma de María Ángela
La Diputación invertirá 1,6 millones de euros en su construcción contra las inundaciones
La imagen se repitió hasta tres veces en dos meses entre finales de 2020 y principios de 2021: los fuertes episodios de lluvia —con hasta 99 litros por metro cuadrado en uno de aquellos días— hicieron pequeño el cauce del Guadalquivir a su paso por las pedanías de Loma de Coto Ríos y Loma de María Ángela (Santiago-Pontones) y provocaron que el río se desbordara. Ambas aldeas cuentan con sendos badenes para asegurar que haya una vía de entrada y salida en estos casos, pero tal era la cantidad de agua que incluso estos vados se inundaron y se volvieron intransitables. Coto Ríos tiene una salida alternativa por el camping Llanos de Arance y el cementerio, pero el único camino de acceso a Loma de María Ángela al margen del badén principal es una pista forestal en mal estado e impracticable excepto con vehículos todoterreno: la pedanía y sus en torno a cincuenta habitantes se quedaron aislados hasta que, horas después, consiguió achicarse la suficiente cantidad de agua.
No se trató de una circunstancia exclusiva de entonces aunque sí fuera más llamativa de la cuenta por repetirse tanto en tan poco tiempo. Autoridades locales y vecinos reclamaban a las administraciones superiores, desde hace veinte años, otro paso alternativo a Loma de María Ángela en caso de inundaciones. Es cierto que la escasez de precipitaciones en la que vive sumida la provincia en los últimos tiempos tiene su parte positiva: con el Guadalquivir sediento, es muy difícil que se desborde si llueve. Pero había un problema y había que resolverlo. Y ello está ahora más cerca que nunca de lograrse: en el último pleno ordinario, la Corporación de la Diputación de Jaén aprobó una primera partida de 800.000 euros de los 1,6 millones presupuestados para la construcción de un nuevo puente que facilite el acceso a la pedanía segureña si el Guadalquivir volviera a desbordarse.
El alcalde de Santiago-Pontones, Pascual González, recuerda que el camino hasta llegar a este punto ha sido largo. Hace un año y medio contó a este periódico que la Junta de Andalucía, que tiene las competencias en este asunto, redactó “hace varios años” el proyecto, a pesar de lo cual no se llegó a poner en marcha. Fue la Diputación, según González, la Administración que se comprometió a ejecutar las obras, pero era necesario que la Administración provincial reuniera los fondos suficientes y que el Gobierno andaluz cediera su informe técnico y otorgara permisos administrativos. Con los dos primeros pasos dados, tocaba andar el tercero. En febrero de 2021, la delegada territorial de Desarrollo Sostenible, María José Lara, casi recién llegada al cargo; el entonces diputado de Infraestructuras Municipales, José Castro, y el propio González mantuvieron una reunión telemática para agilizar los trámites. Lara señaló que la disposición de la Delegación Territorial era “total”, resaltó “el clima de colaboración” entre administraciones e instó al Ayuntamiento a presentar la documentación necesaria “en el menor tiempo posible” para otorgar cuanto antes las autorizaciones. De hecho, desde la Delegación del Gobierno andaluz se confirma ahora a este periódico que la Junta cumplió con su parte poco después, hace ahora catorce meses. Luego, según González, tocó pedir más permisos a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, de la que ya se tiene el visto bueno, y modificar el proyecto inicial. “Ahora se licitará la ejecución de las obras. Yo creo que en junio ya se habrá adjudicado”, apunta, feliz, el alcalde.
La pedanía acoge con satisfacción la medida, pero lamenta la falta de lluvias
Juan José Palomares, el alcalde pedáneo de Coto Ríos y Loma de María Ángela, tiene una sensación agridulce. Por un lado, no esconde su satisfacción por la aprobación de la primera inversión para construir el puente en Loma de María Ángela “después de veinte años demandando una solución para los vecinos”, pero, por otro, al recordar que la última vez que hubo inundaciones en ambas pedanías fue un día del pasado diciembre, dice: “Por desgracia, en la sierra es donde menos ha llovido”. La situación no es ajena al resto de la provincia ni de la demarcación del Guadalquivir, que sigue en estado de sequía extraordinaria. El pasado día 11, desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) se explicó que, a pesar de las lluvias de esta primavera, la situación hidrológica no había experimentado una “especial mejoría”. Una de las consecuencias fue que la Comisión de Desembalse aprobó una dotación de riego un 35,1% inferior a la aprobada en 2021, que ya se consideró un mal año en este sentido. El presidente de la CHG, Joaquín Páez, justificó
la medida subrayando que la cuenca sigue “gravemente
comprometida” por la falta
de precipitaciones.
