Un lustro después de su desaparición, El Cortijuelo no olvida a Josefa Padilla

Decenas de personas se concentran en la plazoleta del núcleo rural para reclamar que continúe la búsqueda de la mujer de 76 años desaparecida en 2019

03 sep 2024 / 19:50 H.
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Se cumplen cinco años sin rastro alguno de Josefa Padilla, pero sus familiares y allegados no han dejado de pensar ni un minuto en ella. La mujer de 76 años desapareció el 3 de septiembre de 2019 en El Cortijuelo, una pedanía del término municipal de Quesada. La plazoleta del núcleo rural ha sido, una vez más, el lugar elegido para solicitar a las autoridades que no cejen en su empeño de encontrarla. El caso sigue abierto, pero la realidad es que la falta de pistas les ha llevado a callejones sin salida. Así lo declara a Diario JAÉN el hijo de la desaparecida, Jesús Sánchez Padilla, que insiste en que su búsqueda no caiga en el olvido. Bajo el lema “Que no olviden que te espero, que no esperen que te olvide”, decenas de personas se han concentrado esta tarde para mostrar que, a pesar de la dureza de estos cinco años, aún no pierden la esperanza de hallar alguna pista que les lleve hasta su paradero.

Su hija, María José Sánchez Padilla, ha sido la encargada de leer públicamente un manifiesto para reclamar avances en la investigación, así como para mostrar la inquietud de haber vivido un lustro sin novedades de su madre. En concreto, Sánchez ha denunciado que se haya dejado de lado la búsqueda por parte de las autoridades en los últimos años. Un hecho que ha dejado un vacío en la familia difícil de llenar, junto a demasiadas preguntas sin respuesta alguna. “Para mí, eso significa que a mi madre no la están oyendo. Ella no está aquí, ni en el cementerio que es donde debería estar si le hubiera pasado algo”, sostuvo Sánchez embargada por la emoción. El sentido acto finalizó con la suelta de 80 claveles, el número de años que Josefa Padilla cumpliría ahora, acompañados de una suelta de globos blancos y verdes.

Padilla era conocida en su entorno como Che y sufría alzheimer avanzado. Desde las seis y media de la mañana de ese fatídico día, su familia no volvió a saber nada de ella. Vestía únicamente un camisón y calzaba unas zapatillas de andar por casa. Los trabajos de búsqueda se centraron principalmente en el cauce del Guadiana Menor, por su cercanía con la vivienda en la que residía. Lamentablemente, el dispositivo de búsqueda y los múltiples voluntarios que se volcaron en encontrarlo no han dado sus frutos.

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