Un gigante mundial en el arte de “vestir” bien las ventanas

Tiene 30 trabajadores y fabrica unas 1.200 cortinas, estores y paneles cada día para las grandes superficies

12 nov 2016 / 11:03 H.

Hace 31 años, Antonio Expósito y su mujer, Purificación Chamorro, se pusieron a hacer cortinas para buscarse la vida. Por eso, en 1985 fundaron un negocio en la calle Vendederas de Andújar en una casa de 14 metros cuadrados. Con una mesa, una máquina, una cuchilla y una regla elaboraban cortinas a mano. Su negocio lo llamaron Cortinas Isabel, en honor a la madre de Antonio Expósito —Isabel Ortega—.

Hoy, es un negocio que hace muy poco ruido, pero que se muestra capaz de emplear a 30 personas en Andújar. Fabrica entre 1.000 y 1.200 estores, cortinas, paneles japoneses y otros productos que se utilizan en el “arte” de vestir las ventanas. No venden nada a la calle, sino que se dedican a abastecer a los gigantes del sector. El 85% de su producción se comercializa en los centros que tiene Leroy Merlín en España y Portugal. Pronto su producto también viajará hasta Italia y Polonia. “Esto ha sido una gran aventura. Hemos trabajado mucho para abastecer a los clientes y darles siempre lo que nos pedían. Hoy es una gran satisfacción ver cómo marcha la empresa”, afirma su gerente y fundador, Antonio Expósito.

Asimismo, continúa: “Nosotros no hemos sentido la crisis. Hemos trabajado sin parar como siempre. Tuvimos un bache en 1994 con el cierre de Galerías Preciados, que era un gran cliente, pero lo superamos y aquí seguimos”. Este verano, Cortinas Isabel sufrió un incendio que quemó sus instalaciones. “No quedó nada, pero en 57 días comenzamos a funcionar otra vez. No quedaba otra cosa que levantarse y pelear”, afirma. Cortinas Isabel se prepara para abrir una nueva planta. Tendrá 2.000 metros cuadrados más y empleará a unas 10 personas. Tiene clientes en Austria y Alemania y negocia con más empresas para continuar su plan de expansión.