Un gentío en el encuentro del Peñón de San José

Caen las últimas luces del día, el sol se ha alejado por la Campiña y, desde una hora antes, no cesa el goteo incesante de feligreses hacia el inicio del Camino de Cuadros. Es el punto de encuentro, junto al Peñón de San José. La Virgen de Cuadros es portada a hombros desde su santuario hasta la misma entrada de Bedmar y San José es sacado por los costaleros hasta el mismo lugar, el Camino de cuadros. Ahí se encuentran, así se arrodillan uno al otro y se muestran un amor inmenso, el mismo que sienten los bedmarenses por ellos. Son apenas unos minutos, se alarga el fervor y la devoción desde tiempo antes, cuando se divisan el uno al otro y un gentío inmenso copa la carretera y el mirador construido en el antiguo terraplén. Pero esos minutos saben a gloria, con la banda de música “Jerónimo Caballero” interpretando los sones celestiales que merecen una estampa como la que les relatamos, un encuentro de dos imágenes, la patrona y el patrón de Bedmar.

Ver y vivir cómo se funden en un abrazo sentido por todos y cada uno de los presentes es algo que raya la emoción y que puede considerase inolvidable. Encuentro y recorrido hasta la iglesia, en el que estuvo presente el obispo de la Diócesis, monseñor Sebastián Chico Martínez. Bedmar vive sus días grandes de septiembre, con unas fiestas patronales que vuelven a ser como antaño y que este lunes vive la procesión de la Virgen de Cuadros en normalidad. Estará hasta el último fin de semana de octubre, cuando regresará a su santuario en el paraje del río Cuadros.