Un dulce canto a la primavera

La Virgen de la Fuensanta desfila por las calles del municipio en un soleado día

29 abr 2019 / 16:37 H.

En un entorno de singular belleza tanto en lo referente al patrimonio natural como monumental, a los pies del Castillo calatravo, la Virgen de la Fuensanta, patrona de Alcaudete y alcaldesa perpetua del municipio fue ofrecida, por segundo día consecutivo, tras el traslado de la imagen desde su santuario a la Iglesia de Santa María, a sus fieles. Estos, con el corazón sumido en un sinfín de impacientes latidos, se reunieron a las puertas del citado templo para ser bendecidos un año más por su Madre.

A pesar de que habían pasado las seis y media de la tarde cuando la procesión dio comienzo, el calor que había ejercido su peso durante toda la jornada se mantenía vivo, pero esta circunstancia no hizo mella en el ánimo de los alcaudetenses. De fondo, los sones alegres y triunfantes de la Banda Municipal de Música de Alcaudete acompañaron en todo momento el recorrido.

Los vecinos, que engalanaron las fachadas de sus casas con flores, mantos y otros adornos policromos, acogieron con orgullo y fervor el paso de su Virgen de la Fuensanta por las calles del municipio. Algunos alcaudetenses instalaron, incluso, algunos altares para dar la bienvenida a su patrona. No importaba si estos eran más humildes o más esplendorosos, porque el objetivo perseguido era el mismo, de seguro cumplido con éxito: el de que la Reina de Alcaudete entrara en sus casas para quedarse y, desde allí, velar el presente y el futuro de sus devotos. A ello se unieron la decoración de algunas zonas del empedrado con hierba, a cuya llamada acudió sin dudarlo el necesario y placentero frescor, y las bellas petaladas arrojadas desde ventanas y balcones de ilusionados vecinos. En definitiva, las calles del municipio por las que discurrió el desfile, cuya estrechez dotó el acto de una atmósfera de familiaridad e incluso cierto intimismo, se convirtieron en una perfecta alegoría de la época primaveral.

No faltaron en la comitiva las elegantes mantillas, ni la representación de la junta directiva de la cofradía, liderada por su presidente, Edmundo de Torres. Tras ellos, y justo frente a la patrona, el hermano mayor de 2019, Jorge Juan Peláez, avanzaba exultante junto a su familia. Las autoridades municipales, encabezadas por el alcalde de Alcaudete, Valeriano Martín, completaron el recorrido tras el paso de la Virgen, cuyo trono fue portado a hombros por sus anderos. Las cerca de tres horas de recorrido dieron fin cuando ya el sol había comenzado a ponerse. Tal circunstancia pareció convertir la escena en la metáfora perfecta de la despedida de la Virgen hasta junio, cuando volverá a su santuario.