Un bello y sentido traslado

La historia vuelve a repetirse en el municipio valdepeñero. El pasado viernes, día 18, comenzó, en la Parroquia Santiago Apóstol de Valdepeñas, la Novena en honor del Cristo de Chircales. Cada tarde, cientos de devotos acudieron al evento religioso, una tradición que arrastra este pueblo desde hace 185 años, cuando fue fundada la Cofradía, en 1834. El predicador fue Jesús Ureña Muñoz, que, además, es el nuevo párroco de la iglesia Santiago Apóstol de Valdepeñas de Jaén. Cada noche en su homilía, Ureña supo llegar al corazón de los valdepeñeros que acudían al templo, con tiempos largos para el sacramento de la reconciliación y para la adoración del Santísimo.

Cada día fue ofrecida por distintos barrios o grupos de calles del municipio y, además, se llevó a cabo una campaña de recogida de alimentos, no perecederos, para donarlos a los comedores de Caritas Parroquial de Jaén capital. Ayer se celebró la Eucarística de despedida al Cristo, presidida por el párroco Jesús Ureña Muñoz, a la que asistió la corporación municipal, presidida por la alcaldesa Laura Nieto, junto con el Juez de Paz, Pedro Barranco, y representante de la guarnición local de la Guardia Civil, Reinas y Míster, las Cofradías de Valdepeñas, tanto la matriz como la filial de Jaén, grupos parroquiales, y fieles, en general, no solo del municipio, si no de los pueblos limítrofes y de la capital, así como de valdepeñeros que se fueron y vuelven cada año para estar presentes en los acontecimientos más importantes de su Señor de Chircales. Al finalizar la función religiosa, en una espléndida mañana de otoño, se llevó a cabo la procesión por las principales calles del pueblo hasta las eras de Santa Ana, donde el Cristo fue preparado para hacer el camino de penitencia que transcurre junto al monte por un terreno muy quebrado. Por allí es llevado a hombros hasta la Ermita, que se encuentra a cinco kilómetros.

Eso sí, acompañado, además de por los portadores, por infinidad de fieles que caminaron junto a su Cristo para acompañarlo con alegría y felicidad por poder vivir ese momento. La procesión fue amenizada por la Banda de música local “Benito Ortega” y la banda de Cornetas Tambores “Antonio Rosales”, compuesta por niños y niñas de corta edad. Como cada año, con esto concluyeron los actos más importantes que se celebran en Valdepeñas desde hace 185 años, cuando diez familias de la calle Sisehace fundaron la Cofradía Matriz, que hoy cuenta con más de medio millar de afiliados. La programación anual comienza el primer domingo de mayo con la Romería en su Ermita, las celebraciones Eucarísticas en los meses de verano, la feria grande dedicada al Cristo, los actos de la novena y traslado que se celebraron estos días. El Cristo de Chircales de Valdepeñas de Jaén es una imagen en óleo sobre lienzo que representa a Jesucristo en la Cruz, a la Virgen María, a Juan Evangelista y un donante. Se venera en su Ermita de Chircales, situada a cinco kilómetros del pueblo.