Últimas jornadas de convivencia extraordinaria

El Paseo de Jesús abraza las horas de fiesta que quedan, y como en un letargo que solo septiembre sabe despertar, arranca las sonrisas de sus vecinos en un entramado de calles que perfilan las últimas semanas que vence el cercano otoño. Pero las hojas aún no se han caído de sus ramas, y los porcunenses no están dispuestos a abandonar el recinto ferial que se convierte estos días en su particular nido. La Feria Real de San Benito vivía su tercer jornada cargada de buenas sensaciones tras la bendición del patrón un año más en su salida procesional junto a Nuestra Señora de la Soledad. El día grande de la celebración había relegado a los vecinos más nocturnos a alargar la verbena popular hasta altas horas de la madrugada. Sin embargo, este jueves los grandes y pequeños volvían a salir en busca de un nuevo encuentro, esta vez, con la fraternidad del pueblo. No fue hasta la noche cuando dieron comienzo las actividades de la programación oficial. La charanga “Los Trotamúsicos” volvían a tomar sus instrumentos para, al ritmo de la percusión, abrir el telón de un recinto repleto de luces. Pero, además, el jolgorio musical dio paso a un desfile exótico con el pasacalles titulado “Brasil, samba, carnaval”, que animaba a los transeúntes a acercarse a su paso. Y una vez más, la Caseta Municipal volvió a abrir sus puertas para disfrutar de las actuaciones de la noche. Primero la orquesta Chasis y luego Molière Show ofrecieron un concierto repleto de temas con los que bailar y despedir las preocupaciones.

La Feria Real toca hoy a su fin en plena víspera de un fin de semana que, no obstante, extenderá sus jornadas festivas. Nuevamente “Los Trotamúsicos” pondrán los sones musicales a un viernes intenso para la organización del programa. A las 22:00 horas, desde el ayuntamiento se dará el pistoletazo de salida a unos encierros taurinos infantiles que esperan causar sensación entre los más pequeños. Seguidamente, la Caseta Municipal acogerá un concierto tributo a Joaquín Sabina bajo el nombre “500 noches, Sabina en las venas”, que relevará su escenario a la orquesta Spacio. Y mientras los más rezagados bailan, otros muchos podrán acercarse a las 1:00 horas a La Redonda para contemplar una colección de fuegos artificiales. Mañana todo parecerá distinto, lejos del ruido y la celebración, con un municipio resurgiendo en su cotidiana vida para volver a la normalidad.