Una efímera nevada sorprende en Úbeda
Los termómetros caerán hoy entre uno y dos grados
Definitivamente ha llegado la hora de hacer chistes sobre el frío. Hace más frío que en una comunión de pingüinos o las referencias a cómo lo pasa Jack en el final de Titanic son buenos ejemplos de ello, y es que no es para menos, puesto que los termómetros marcaron ayer mínimas de 3,8 grados en la capital —a las siete de la mañana y a las siete de la tarde—, donde la máxima fue de 10,3, registrada a la una de la tarde.
En Linares la mínima fue aún menor al llegar el mercurio a los 2,4 grados, marcados a las nueve de la mañana, con máximas que alcanzaron los 9,4 a las cinco de la tarde, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) consultados ayer sobre las diez de la noche. En la estación de Baeza, la Aemet notificó mínimas de 2,1 grados, aún inferiores, y la nieve se dejó ver, para sorpresa de los vecinos, en algunos municipios de la comarca de La Loma como Úbeda, aunque al final no cuajó.
En otros puntos de la provincia, como en Santa Elena, la mínima fue inferior a los dos grados y, según la Aemet, en Alcalá la Real fue donde hizo más frío ayer, al registrar los termómetros temperaturas que rozaron los cero grados, 0,2 en concreto a las ocho de la mañana. En Andújar la mínima se situó en 1,5 grados desde las siete hasta las ocho de la mañana. Por lo general, las temperaturas aumentaron con el transcurso del día, pero en ningún caso fueron superiores a los diez grados.
La nieve no solo se dejó ver en La Loma, pues en Mancha Real también tuvieron esa fortuna. De hecho, el campo de fútbol parecía más bien una pista de patinaje de lo blanca que lucía, y es que parece que este invierno prematuro ha llegado para quedarse. De este modo, las previsiones para hoy no son muy halagüeñas para los amantes del calorcito que da el sol. Por lo general, los termómetros de la provincia bajarán sus marcas uno o dos grados, depende. En el caso de la capital jiennense, la mínima se sitúa en un grado en el intervalo comprendido entre las doce de la noche y las seis de la mañana, temperatura que aumentará progresivamente hasta alcanzar los 8 grados de máxima, una jornada, la de la romería de Santa Catalina, que se verá enmarcada en un frío de ese que cala los huesos, aunque, para los que les preocupa el cielo, la Aemet no prevé lluvias para la hora de la misa y la procesión de la patrona.