“Que se me paren los pulsos”, en San Lorenzo

Juan Saldaña hace un recorrido, a través de la copla, por el interior de las personas y sus emociones

05 nov 2019 / 16:54 H.
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La iglesia de San Lorenzo, recuperada para la cultura por la Fundación “Huerta de San Antonio”, acoge hasta el próximo 15 de diciembre la exposición “Que se paren los pulsos” del artista sevillano, que es casi un ubetense más, pues ejerció su labor docente durante seis años en la Escuela de Arte “Casa de las Torres”, Juan Saldaña, y que se declara un enamorado del barrio de San Lorenzo, del que dice debería ser más conocido.

Se trata de una muestra en la que el autor intenta acercar el género de la copla, con toda su liturgia de títulos, poemas y sentires al espectador, y lo hace a través de un soberbio dominio del retrato, pretende crear imágenes crudas y desgarradoras que provoquen la reflexión sobre temas universales, tan pulidas que actúen de espejo donde verse reflejado. De ahí que los fondos de los cuadros sean neutros sin apenas attrezzo que reste importancia a la escena que se plasma en la obra.

“Que se me paren los pulsos” lleva seis años de recorrido expositivo, de la mano de la Fundación Unicaja Andalucía, salas como la Casa de la Provincia en Sevilla o el Museo Zabaleta, para llegar a San Lorenzo, donde se muestra un tercio de los cuadros que la componen—pues como indicó Saldaña, para este espacio es impresionante y no ha querido saturarlo—, por lo que ha seleccionado los trabajos de fondos neutros y en blanco y negro, pues el resto son en color. Las diez obras que se muestran en San Lorenzo pertenecen a la última fase realizada por el autor para la Fundación Unicaja de Andalucía. En concreto son todos retratos, incluso algunos son vecinos de Úbeda, ya que como puntualizó Saldaña, “la anatomía me parece la máquina más perfecta que existe, y es inevitable, si te gusta la belleza te guste el cuerpo humano”.

Como su propio nombre indica la exposición realiza un recorrido por el interior de las personas y sus emociones, a través de obras cuyo nombre es el título de algunas de las coplas más conocidas de la canción española, como: La Loba, Tengo que hacer un rosario, Maldito parné o Paduquitas negras, que se presentan en la muestra, como soberbios ejercicios de retrato clásico, que como la copla, centran su temática en los sentimientos y las relaciones interpersonales, así como en algunos tabúes como la sexualidad, la lucha de clases, la inmigración o los problemas de comunicación. El artista indicó que esta muestra comenzó a fraguarse casi por casualidad, a raíz de un escrito descubierto en el desván de la casa de sus padres, y dos años después viendo una película de Almodóvar, en la que dentro de su banda sonora, Miguel Poveda cantaba ese escrito que yo encontré, me quedé impactado, porque no lo relacionaba, en absoluto, con una copla, y despertó en mí ese interés para hacer una revisión de la copla en mi trabajo, para que mi pintura sirva de puente para personas que no se han acercado a este género musical.

Úbeda