La sonrisa de Naira, el reflejo de un sueño hecho realidad

Difícil pero ilusionante camino de adaptación de la pequeña a sus prótesis

10 dic 2015 / 11:31 H.

Después de cuatro años de espera, por fin la pequeña Naira no tendrá que pedir a sus Majestades los Reyes Magos unos dientes como regalo. La pequeña, afectada por una enfermedad rara conocida como displasia ectodérmica, ya luce una espectacular sonrisa.

Su madre, Katy Gómez, explicó a este periódico que en apenas dos meses, que son los que han pasado desde que se hizo eco de los problemas de la menor ubetense, la vida les ha cambiado a ambas. En un principio, estaba todo previsto que Naira se sometiese a una operación en Granada para colocarle unos implantes dentales removibles. El problema es que, cuando acudieron a la consulta, les comunicaron que el coste de los implantes, junto con los gastos de la intervención, no los cubriría la Seguridad Social y que, por lo tanto, la familia debería hacerse cargo de ellos. La factura total ascendía a unos nueve mil euros, según los progenitores.

Ahí fue cuando a Katy Gómez se le vino el mundo encima, pues tanto ella como sus padres no podían hacer frente a esa cantidad de dinero por estar en desempleo. Compartió su problema en las redes sociales y cuando la gente se volcó para ayudarla. Hoy por hoy, Naira no se ha sometido a dicha operación pero sí tiene sus dientes, unas prótesis dentales a las que no le será nada fácil adaptarse, pues va a ser complicado para la pequeña Naira acostumbrarse a llevarlas, como reconoce su madre. Además, con ellas descubrirá un universo inmenso de sabores y texturas que hasta ahora no había tenido oportunidad de conocer, pues algunos alimentos estaban demasiado duros para que los comiera. Y por fin podrá ir a los cumpleaños de sus compañeros de clase y merendar con ellos, algo que es muy importante para la menor, como lo es para todos los niños.

Naira estaba muy nerviosa el día que le colocaron por primera vez sus dientes, en una clínica dental de Sabiote, Odontalia, de la mano altruista del profesional José Carlos Martos. Le ha cambiado la expresión de la cara, pero sigue tan bonita o más que antes, como reconoce su madre. Afirma que todavía queda mucho camino por recorrer, pues están a la espera de una cita para realizarse una serie de pruebas y que se le diagnostique la enfermedad. Así, podrán solicitar el reconocimiento de su grado minusvalía. Parece que la vida empieza a sonreír a esta pequeña y joven familia, pues Katy Gómez ha encontrado un trabajo a media jornada. Con todo, no es sencillo. “Ojalá pudiese ser yo y no tú, pero juntas haremos de este viaje un paseo”, es el mensaje que tiene en su estado de móvil, una afirmación que demuestra que , a pesar de la felicidad, la adaptación a las prótesis dentales es difícil.