Facebook hace posible la misa a
la patrona

El mes de mayo comienza en la Ciudad de Los Cerros de manera inusual, pues ayer los ubetenses debían haber celebrado la romería en honor de la patrona y alcaldesa perpetua, Nuestra Señora de Guadalupe. Sin embargo, este año tocó quedarse en casa y vivir esta jornada de fiesta con familiares desde los hogares, en los que también está presente la “Chiquitilla del Gavellar”.

Este año, los guadalupanos no pudieron completar, por tanto, el camino que une Úbeda y la aldea de Santa Eulalia, ni, desde allí, desplazarse al Santuario del Gavellar, en el que la Virgen de Guadalupe cumple con su retiro invernal y desde el que regresa junto a sus hijos en el mes de mayo.

Los trajes de romera y romero se quedaron en los armarios, pero la ilusión de los más pequeños y de los guadalupanos por reencontrarse con la “Chiquitilla” se mantuvo intacta. Muestra de ello fueron las imágenes y vídeos que, desde primera hora de la mañana y durante toda la jornada de ayer, inundaron las redes sociales.

Fotos de romeros, de grupos de amigos compartiendo alguno de los platos que las cofradías que montan barra de chapa en Santa Eulalia ofrecen a los romeros al llegar desde el santuario o desde Úbeda hasta el anejo. También del tradicional Pregón de la Gachamiga, una cita que los romeros tienen, año tras año, en la caseta de Los Costaleros, donde degustan una rica gachamiga, tras escuchar al pregonero de turno.

No obstante, la tecnología hizo posible que sí pudiera oficiarse la misa de romeros desde la capilla que la Virgen de Guadalupe tiene en Santa María. Lo hizo el sacerdote Antonio Vela, y la cita religiosa se retransmitió a través de la página de Facebook, de la Unión de Cofradías de Semana Santa, por lo que pudieron seguirle decenas de fieles y devotos. En la misa se pidió a la Virgen de Guadalupe que acoja bajo su manto a quienes han fallecido tras haberse contagiado de covid-19, para que dé consuelo a aquellos que han perdido un ser querido, a quienes luchan por ganar esta batalla y a todos los trabajadores esenciales que, durante el estado de alarma, han acudido a sus puestos de trabajo.

Por desgracia, han sido muchas las tradiciones que este año no se han cumplido, pues la Real Archicofradía de Nuestra Señora de Guadalupe, velando por la salud y seguridad de sus fieles y devotos, decidió suspender la romería y todos los actos relacionados con la misma el pasado 11 de abril, fecha en la que se decidió trasladar a la “Chiquitilla del Gavellar” desde el santuario hasta la capilla que tiene en la Basílica Menor de Santa María de los Reales Alcázares. Entre las citas que no se han podido celebrar está el pregón, que debía haber pronunciado el pasado 25 de abril Juan Antonio Soria Arias en el Auditorio del Hospital de Santiago. Tampoco Miguel Ángel Leiva Gómez pudo recibir a la patrona en el Molino de Lázaro sobre las siete de la tarde.