Clases de Lengua por Gmeet

Si hace un mes alguien nos llega a decir que la vida tal y como se concebía iba a cambiar de manera drástica debido a un virus no lo hubiera creído nadie, pero como dijo Julio Verne en su día: “Todo lo que un hombre pueda imaginar, otros podrán hacerlo realidad”. O lo que es lo mismo “la realidad siempre supera la ficción”, y aunque el ser humano es un animal de costumbres, la verdad, es que es capaz de adaptarse rápidamente a los cambios, como les sucede a toda una generación de estudiantes que, gracias a las nuevas tecnologías y buen hacer de su profesorado, pueden continuar con su formación, a través de distintas vías, por “Classroom” —plataforma donde reciben indicaciones del profesorado sobre tareas y actividades a realizar, que posteriormente deben entregar, en plazo, y seguidamente el profesor devuelve con las correcciones realizadas— mientras que otros eligen para impartir sus clases Google Gmeet —aplicación de videoconferencias, que tiene un código de acceso en cada sesión—.

Gmeet permite que estén conectadas hasta 30 personas de manera simultánea, por lo que es la opción perfecta para impartir clases online, y es la opción por la que muchos profesores se han decantado para poder continuar con su actividad docente, hasta que puedan volver a dar sus clases de manera presencial. Este es el caso de José Palomares Expósito, profesor de Lengua y literatura en el IES “San Juan de la Cruz”, ya que Gmeet le permite impartir sus clases y conectar con sus alumnos pudiendo no solo seguir con el plan de estudios previsto para presente el curso académico sino que además puede corregir los ejercicios que manda y resolver las dudas que el alumnado le plantea, en el momento. Además de ser una manera de no perder el contacto con sus alumnos, algo subraya Palomares, primordial para infundir a los estudiantes positividad.

Un cambio que ha costado algunos días, hasta elegir la herramienta adecuada para continuar con las clases, y así adaptarse a las nuevas circunstancias derivadas de una crisis sanitaria, que está poniendo a prueba los cimientos de la sociedad. No obstante, no todo el alumnado puede continuar con su formación, pues cada hogar tiene sus particularidades, y hay familias que no tienen conexión a internet o solo disponen de un ordenador, que ahora es usado para teletrabajar, entre otras circunstancias, puntualiza Palomares.

Una situación que nos da la oportunidad de replantearnos la metodología a seguir en los centros educativos, además de pensar en la incorporación de nuevas herramientas, como una plataforma digital, que serviría para compartir experiencias, información o grabar clases, aunque sin duda lo más importante será la lección como sociedad que vamos a extraer, concluye el profesor de Lengua y Literatura.