Broche de oro a la Muestra

Ni el frío, ni el aire, ni el agua pudieron con los aficionados al teatro que dispuestos a disfrutar de dos grandes espectáculos protagonizados por grandes actores y actrices del panorama nacional, que pusieron este pasado fin de semana el broche de oro a la vigésimo quinta edición de la Muestra de Teatro de Otoño.

Una cita teatral que contó con grandes compañías, que trajeron a la Ciudad de Los Cerros algunos de los mejores montajes que en la actualidad están girando por grandes teatros y capitales de la geografía española.

Dos citas, una de ellas doble—pues se representó tanto viernes como sábado—que tuvieron lugar en el teatro de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia (Safa). En concreto, el primero de los dos pases de la función “La última tourné” contó con actores y actrices así como artistas muy vinculados al mundo de las artes, como Manuel Bandera, Bibiana Fernández, Alaska, Mario Vaquerizo, Cayetano Fernández y Marisol Muriel, que fueron encargados de dar vida a Norberto Pinti, Miranda Vega, Paca Castellón, Enzo Marini, Tino Velasco y Chelo Mir, integrantes de una compañía de variedades, que tras veinte años de éxito, que empujada por la crisis de su género en los años 90, se plantea cambiar, como la España que les rodea, hacía un modo de espectáculo más comprometido y moderno, por ello dejan atrás las variedades, tras caérseles la gira de verano y montar La comedía sin título de Federico García Lorca.

Una obra que tiene una doble lectura, por un lado es una comedía para divertir que habla sobre la modernización de España, esto es de cómo intentar cambiar y no conseguirlo.

El broche de oro a la Muestra de Teatro de Otoño lo puso el montaje “El funeral”, una obra protagonizada por la actriz Concha Velasco, muy querida en la ciudad, y buena muestra de ello es que la artista cuenta entre sus reconocimientos con el Premio Nacional de Teatro “Antero Guardia”, galardón que reconoce la trayectoria de Velasco así como su contribución al mundo de la escena.

Concha Velasco estuvo acompañada en el escenario por Jordi Rebellón, Cristina Abad, Clara Alvarado y Emmanuel Medina.

El autor de la obra es el hijo de Velasco, Manuel Marsó, una comedia desenfadada, divertida y sobrenatural sobre una actriz muerta en el escenario que aparece como fantasma en su velatorio. Así, la actriz vallisoletana, en el montaje, da vida a Lucrecia Conti, una diva del cine, el teatro y la televisión recién fallecida, en cuyo velatorio están presentes, sus dos nietas y un primo lejano, cuyo parentesco real es desconocido. Y así, lo que parecía una conmovedora despedida se torna en una comedia al aparecerse la finada para resolver diversos asuntos personales y profesionales.