Úbeda y Baeza, un gran Patrimonio para la Humanidad

Celebraciones en las ciudades renacentistas por el 20 aniversario de su declaración por la Unesco

05 jul 2023 / 10:51 H.
Ver comentarios

EL REPORTAJE

El 3 de julio de 2003, a las 17:00 horas, Úbeda y Baeza eran declaradas por la Unesco Ciudades Patrimonio de la Humanidad, una efeméride que en Úbeda se está celebrando todo el año, aunque el grueso de las actividades se han centrado en los días cercanos a la declaración, como el acto institucional del XX Aniversario de la declaración de Patrimonio Mundial, que ha tenido lugar en el Auditorio del Hospital de Santiago, con la presentación del libro “Retrato de un aniversario. Úbeda Patrimonio Mundial, 20 años después”. Trabajo que la Administración local encargó, en su día, al historiador e investigador ubetense, Vicente Ruiz para realizar un recorrido, desde un punto de vista histórico, de cómo ha cambiado y evolucionado la ciudad en estos 20 años, valiéndose para ello de datos, documentación y fondos, obtenidos a través de alcaldía, archivo, urbanismo, informática, entre otras área del Ayuntamiento. Durante el acto se entregó un ejemplar, de manera gratuita, a quienes acudieron a la presentación, asimismo el público pudo disfrutar de la actuación del Cuarteto de Cuerda Averroes. Los espectáculos, representaciones y exhibiciones se han sucedido en la plaza Vázquez de Molina, epicentro de las Fiestas del Renacimiento —cita creada para conmemorar la inclusión de Úbeda en la exclusiva lista de Ciudades Patrimonio de la Humanidad—. El lunes, como era una fecha muy especial, hubo unos bailes de gigantes cabezudos en honor a Carlos V y para los más pequeños además de un pasacalles con personajes de fantasía, un teatro de títeres y un espectáculo de magia infantil. Una vez que cayó la noche tuvo lugar la segunda de las citas importantes de la jornada, la puesta en escena del espectáculo “Asteroide B612”, a cargo del grupo Puja. Montaje de teatro aéreo de gran formato donde el circo, la danza, el teatro y la música se unen en una sola expresión para contar la historia de un pequeño príncipe que viajó por el universo en busca de respuestas. Espectáculo basado en el clásico “Le petit prince” —El principito— de Antoine de Saint-Exupery, contado a 40 metros sobre el suelo. Cientos de personas disfrutaron de este show mágico, poético y visual que recrea el planeta donde habita el principito, donde riega su única rosa, deshollina sus volcanes y retira brotes de baobabs, desde donde viaja por todo el universo para encontrar respuestas a grandes preguntas sobre el amor, la amistad y el sentido de la vida, donde se desorienta al no comprender el mundo adulto hasta hacerlo aterrizar en la tierra donde encuentra a un aviador en apuros. La propuesta cuenta con un aviador-músico que aporta su toque musical al espectáculo, que aborda temas como la vida, soledad, amistad, amor o la pérdida, y es que como decía Saint- Exupery “todas las personas mayores fueron al principio niños”.

<i>Espectáculo de danza en Baeza. </i>
Espectáculo de danza en Baeza.

El paso del tiempo no perdona y, con su velocidad endiablada, hace que los éxitos y otros logros conseguidos pueden caer en el olvido. Pero hay hitos y títulos como el que tiene la ciudad de Baeza, con su hermana Úbeda, que jamás se deben olvidar, el de Patrimonio de la Humanidad es uno de ellos. El Auditorio de las Ruinas de San Francisco de Baeza acogió la mesa coloquio titulada “Baeza: 30 años después”. Moderada por el concejal de Turismo, José Antonio Jiménez, durante algo más de una hora intervinieron cuatro personas determinantes en el proceso hacia la conquista de la distinción patrimonial como lo fueron los exalcaldes baezanos Eusebio Ortega y Javier Calvente, así como el director de la Escuela Taller, Jesús María Martín Clabo y el cronista de la ciudad de Baeza, José Luis Chicharro. José Antonio Jiménez abrió el intercambio de impresiones con una pregunta clara a Eusebio Ortega: ¿Cómo se le ocurrió que la ciudad de Baeza debía ser Patrimonio de la Humanidad? A partir de ahí, Eusebio Ortega comenzó su intervención recordando las primeras impresiones de Antonio Machado a su llegada a Baeza y su cambio de parecer a lo largo de los siete años que permaneció en la ciudad, desde 1921 hasta 1919: “Al principio, pensaba que era una ciudad húmeda, fría (...), pero cambió con el paso de los años con ese medio ambiente excepcional que hoy llamamos ‘mar de olivo’”. Ortega también reconoció que, cuando llegó a la alcaldía en 1983, había que recuperar monumentos civiles, religiosos y, en definitiva, todo el legado histórico de la ciudad renacentista, informa Francisco Gaitán. Y aquí subrayó el papel que desarrolló la Escuela Taller a partir de 1986. Aunque, el que fuera alcalde baezano desde 1983 hasta 2023 apuntó que, por encima de todo, había que “respetar la identidad” de dos ciudades separadas tan solo por nueve kilómetros, y reconoció el papel que jugó Carmen Calvo como consejera de Cultura, especialmente después de que se retirase la candidatura en el 2000.

Úbeda y Baeza, un gran Patrimonio para la Humanidad

Por su parte, Jesús María Martín Clabo recordó, en primer lugar, el trabajo de documentación que se hizo en cuanto a la relación de los principales edificios y, al mismo tiempo, subrayó su estado de conservación: “Era aceptable porque ese conjunto histórico había sido habitado y, además, por la arquitectura civil que arropa a esos edificios”. Una arquitectura renacentista que, como detalló Martín Clabo, recoge valores de otras culturas, como la carpintería mudéjar. El director de la Escuela Taller también resaltó cómo estos elementos de la arquitectura renacentista se trasladaron se veía, por ejemplo, en la Catedral de Puebla y en otras techumbres de templos catedralicios mexicanos como el de Mérida o el de Ciudad de México. Por su parte, el actual delegado territorial de la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos y de Política Industrial y Energía en Jaén y alcalde de Baeza entre 2003 y 2007 quiso destacar la “solidez” que ha tenido la ciudad a través de sus respectivos alcaldes: “Dejando a un lado el color político”. Javier Calvente también apuntó que, a su llegada a la alcaldía y con su equipo de ocho concejales, “no teníamos experiencia política”. Pero, aun así, Calvente remarcó que había que continuar ese camino iniciado mucho antes y que, tras el rechazo de la candidatura en 1989, fue un impulso que tomó para que ese sueño se hiciera realidad. Javier Calvente también recordó aquella reunión en París, donde “no hubo noticias esperanzadores” a raíz de la defensa que hizo un miembro finlandés del Icoms: “Lo hizo con buena voluntad, pero defendió mal el expediente”. Aunque sobre todo recordó a aquel representante de Reino Unido, Líbano y Omán y la “beligerancia que planteó”. Pero aquí, para Calvente, entró la figura del mexicano Francisco “Pancho” López y su defensa de la candidatura: “Recordó que la evolución artística de su país no podía entenderse sin el legado renacentistas de ubetenses y baezanos y de An

Provincia