Todo un pueblo con su Señor
El Cristo de la Salud vuelve a su ermita acompañado del fervor de sus devotos
La vuelta del Cristo de la Salud a su ermita marcó la penúltima jornada de las celebraciones patronales de Villargordo. El Señor subió desde el templo parroquial de Nuestra Señora de la Asunción en olor de multitudes. El cortejo nocturno estuvo precedido, al atardecer, por la recogida de cargos por parte de Asociación Músico-Cultural Maestro Miguel. Antes de la salida culminó el triduo, con una eucaristía dedicada al pueblo. En un itinerario de dos horas, el desfile contó con la presencia de cientos de vecinos, emigrantes villargordeños y otros visitantes. En la presidencia se hallaban el párroco, Germán García; el alcalde de Villatorres, Miguel Manuel García, responsables cofrades, sin olvidar a las Fuerzas de Seguridad. Fue una multitudinaria demostración de fe colectiva. A la llegada hubo un espectáculo pirotécnico.
La programación de la jornada final empezó con el “día de las paellas”, que llenó de gastronomía y convivencia el Paseo. Después de la procesión, el foco de atención volvió a la Caseta Municipal Alejandro Jaén. Allí, la orquesta Zodiako protagonizó una verbena en la que cientos de personas se movieron con el son de canciones de hoy y ayer. El ambiente no declinó ni siquiera bien entrada la madrugada, cuando se celebró la fiesta de la espuma. Las fiestas patronales concluyen con una vertiente meramente lúdica en el tradicional día del niño.
Las convocatorias de la feria comenzaron el pasado martes, jornada del pregón de Isabel Moreno, aunque con anterioridad hubo numerosas iniciativas lúdicas, deportivas y culturales. El 24 fue la bajada del Señor hasta la iglesia, que, como de costumbre, contó con un notable respaldo popular a pesar de las temperaturas propias de la canícula.