Solo para las muñecas exigentes

Jacobo Ramírez triunfa desde La Carolina con sus correas de reloj que lucen dueños de Rolex u Omega

19 nov 2016 / 11:14 H.

Jacobo Ramírez es un empresario carolinense al que le entusiasma su trabajo y que, con su saber hacer, logró salvar la gran crisis actual. Su secreto no es otro que la excelencia en la fabricación de correas para relojes de alta gama. Con mucho esfuerzo y constancia, hace diez años que montó un taller en la capital de las Nuevas Poblaciones. En esta década, supo ganarse a pulso la confianza de compañías como Rolex, Omega, Panerai, Zenith, Jaeger y Tag Heuer, entre otras, además de las firmas españolas Pedro Izquierdo y Crepas, para las que trabaja como mayorista. Con el nombre comercial de Jacobstraps, emprendió su andadura en solitario en 2006, tras cerrar la empresa en la que trabajaba. “Decidí capitalizar mi indemnización y montarme por mi cuenta, porque ya tenía alguna máquina y materiales. Además, era una opción que, antes o después, se haría realidad, y aprovechando esa circunstancia, decidí empezar”, relata Ramírez.

Desde el comienzo solo trabaja en piel, aunque otro tipo de artículos, más relacionados con la caza y la cetrería. En este campo tenía mucha competencia y, aprovechó que las primeras correas de reloj que hizo tuvieron mucha aceptación, decidió especializarse, lo que incluye fabricar cinturones a juego. Su salto al mercado internacional llega a los dos años de su andadura en solitario, gracias a foros especializados de internet.

Toda las ventas las realiza “on line”. Por eso, Jacobstraps y La Carolina están presentes en más de 70 países. De otra forma no hubiese sido posible, como reconoce. La mayor parte de su producción llega a destinos tan alejados como Bangladesh y las Islas Maldivas. Además, sus productos artesanales se lucen en tiendas de medio centenar de países de Europa, Estados Unidos, Latinoamérica, Australia y Asia. Su producción actual se ha incrementado un diez por ciento, asevera Jacobo Ramírez. Una de las razones de su éxito está en que, en sus palabras: “Diseño a medida los encargos específicos de los clientes”. “Ellos son los que hacen rotar los nuevos modelos”, sostiene. Las claves fundamentales para el triunfo de su pequeña empresa son, según él, la “calidad y la satisfacción cien por cien”. Esta búsqueda de la perfección le lleva a repetir algunos artículos terminados, porque el resultado no es el esperado, debido a que tienen unos estándares muy altos de calidad.

Asimismo, el responsable de Jacobstraps explica: “Nuestra intención es estar siempre a la última, tanto en innovación, con los materiales utilizados para la fabricación de nuestros artículos, como en la mejora de comunicación”. Actualmente, trabaja en una nueva web, que verá la luz en 2017, y además contará con un asesor, experto en internet y redes sociales, para darle la repercusión adecuada y específica a sus preciosistas artículos.