Singular subasta para mantener la tradición de la Virgen del Collado

Cualquiera firmaría por volver a acaramelarse como cuando miró por primera vez a los ojos a la Virgen del Collado. La procesión solemne de la patrona de Santisteban del Puerto tiene mucho más que tradición, una estampa antológica para la fruición de los fieles y devotos santistebeños. Va mucho más allá del protocolo que marca una comitiva fiel en su recorrido. Tiene un escalón superior, más allá de lo terrenal, buscando un escondite entre lo divino y lo humano. Y siempre se encuentra en el corazón. La Virgen del Collado protagonizó este jueves, fiesta local, una de las procesiones más esperadas de los últimos tiempos en la provincia jiennense. Y es que la patrona volvió a salir a la calle en procesión de alabanza el día de su festividad, después de dos años sin hacerlo por las condiciones sanitarias derivadas de la pandemia de la covid-19.

Singular subasta

Tras la finalización de los actos litúrgicos comenzó la subasta popular, donde vecinos y vecinas pujaron con intensidad, hasta el último instante, por todo tipo de artículos, desde jugosos estuches de aceite de oliva virgen extra de la cooperativa local hasta azulejos o platos de la patrona, pasando por cestas de fruta o figuras de la imagen, entre otros muchos enseres. Ángel López, hermano mayor de la cofradía, ejerció de maestro de cremonias en la subasta, mencionando un sinfín de precios en cada artículo. Sin duda, una divertida y atractiva forma de recaudar fondos a beneficio de la cofradía.