Sin pava pero con gran fervor
El frío no consigue frenar a los cazalilleros, que viven sus fiestas en honor de San Blas
Decididos a disfrutar de sus costumbres. Las fiestas de San Blas son muy esperadas por los vecinos de Cazalilla, según declaraciones del alcalde del municipio, Manuel Jesús Raya. Se trata de unos días en los que la rutina se queda a un lado y llega el momento de disfrutar, todos juntos, de las múltiples actividades que se organizan en torno al patrón. A pesar de que este año el frío no les ha dado tregua, el fin de semana está siendo de lo más provechoso.
Durante la jornada de ayer, todos los vecinos de Cazalilla tuvieron su momento. Por la mañana, fue el turno de los pequeños con juegos tradicionales que se alargaron durante toda la jornada. A las once y media, los más concienciados con el medio ambiente se pusieron manos a la obra para desarrollar una plantación de álamos, una iniciativa original e histórica en el municipio. Ya por la tarde, sobre las cuatro, llegó el momento de dejarse sorprender por la exposición de los trabajos de dibujo y poesía que se inauguró en el centro Guadalinfo, donde se entregaron los premios a las mejores obras. Un poco más tarde, a las seis, se celebró la denominada Fiesta de la Candelaria, que además de ser uno de los momentos más especiales para los vecinos, atrae a visitantes de zonas colindantes. Se trata de una misa, seguida por un viacrucis en la iglesia que termina con la bendición de San Blas a todos los pequeños bautizados el pasado año. Por la noche, fue el momento de dejarse llevar por la música y la alegría con la actuación de Esteban Frías, una fiesta ambientada en los años 80 a la que siguió el estilo house para los más trasnochadores.
Se trata de una forma de “caldear el cuerpo” antes de vivir su jornada más intensa, que se desarrolla hoy y culmina con la procesión de San Blas.