Sesquicentenario dorado en Baeza

La ciudad entrega su máxima distinción al histórico instituto Santísima Trinidad

27 oct 2019 / 17:30 H.

La Medalla de Oro, máxima distinción del Ayuntamiento de Baeza, refrendó la brillantez del 150 aniversario del instituto Santísima Trinidad, concedido por unanimidad, en abril, por la Corporación Local. La entrega se realizó en una ceremonia en la que quedó patente el apoyo ciudadano e institucional. Aparte de la alcaldesa, Lola Marín, y otros responsables municipales, en el patio del monumental patio del inmueble se congregaron, entre otros, el consejero de Educación, Javier Imbroda; la vicepresidenta primera de la Diputación, Paqui Medina: el rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez; la delegada del Gobierno andaluz, Maribel Lozano. La comunidad educativa estaba encabezada por el director del histórico centro de Educación Secundaria, Rogelio Chicharro. También hubo representación de instituciones como la Academia de la Guardia Civil. Entre el público se hallaban tres de los antecesores de Lola Marín, Leocadio Marín, Javier Calvente y Eusebio Ortega.

El acto tuvo dos partes. Una ceremonia de tipo institucional, en la que la alcaldesa entregó la Medalla de Oro a Rogelio Chicharro, seguida de discursos y otra académica y artística en la que el catedrático de la Universidad de Granada Antonio Chicharro, un baezano y exalumno de pro, pronunció la conferencia “Ficción literaria y conciencia”, con un breve concierto del grupo de cámara Juglares como epílogo del concurrido encuentro. El instituto se fundó el 1 de octubre de 1869 y cuenta actualmente con unos setecientos alumnos, aunque el pasado siglo llegó a sobrepasar los 1.500. El edificio, muy próximo al Palacio de Jabalquinto —actual sede de la UNIA— y a la catedral se encuentro en pleno corazón monumental de la ciudad Patrimonio de la Humanidad. Entre sus estancias se halla una muy visitada a lo largo del año, el despacho del literato Antonio Machado.

Lola Marín, en su intervención, valoró la fructífera trayectoria del centro, heredero de la Universidad renacentista creada por Juan de Ávila. Elogió la “salud fantástica” del instituto, recientemente premiado por su labor para la prevención de la homofobia y considerado centro TIC y bilingüe. Valoró la formación de miles de jóvenes de Baeza y otros municipios. Ella misma fue alumna en su día.

Rogelio Chicharro, quien expresó la gratitud hacia la ciudad por la distinción, repasó la historia que ha permitido llegar al sesquicentenario. Relató anécdotas como que algún docente se colocaba junto a una columna del patio orientada hacia el sur para resolver las dudas del alumnado durante los periodos de recreo.

Paqui Medina felicitó a la comunidad educativa y resaltó la apuesta de la Diputación por la formación. Juan José Imbroda, alabó el camino del instituto Santísima Trinidad, no exento de dificultades y la paz que transmite el lugar. Igualmente, puso el énfasis en la importancia de la base humanista sin la que las nuevas tecnologías “llevan al precipicio” Igualmente, puso de relieve la defensa de una enseñanza pública de calidad. Mencionó las palabras con las que Antonio Machado enfatizaba las cualidades de un director y miembro de la comunidad docente del instituto en la primera mitad del siglo XX, Leopoldo de Urquía, que a sus conocimientos sumaba una “verdadera vocación pedagógica”.