Septiembre pone en alerta al olivar con brotes de mosca
El descenso de temperaturas y el aumento de humedad favorece su aparición
La calidad de un producto es un compendio de propiedades inherentes a ese producto, que le confieren capacidad para satisfacer necesidades implícitas o explícitas; es decir, cualidades que repercuten en el cumplimiento de los requisitos de calidad, como sucede con la aceituna, que puede ver mermada su calidad si la mosca del olivo está al acecho de este preciado fruto.
Las condiciones ambientales regulan la actividad de la mosca del olivo, según explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), de forma que el descenso de las temperaturas y aumento de la humedad ambiental de estos últimos días están favoreciendo su actividad.
Las capturas registradas en placas cromotrópicas indican un aumento de la actividad sexual de este agente, con valores en la provincia jiennense de 1,40 adultos/placa y día. Por zonas biológicas, destacar la Sierra Ahillos y San Pedro con 3,40 adultos/placa y día. En la pasada campaña, por estas fechas, los tratamientos fitosanitarios aéreos y terrestres eran habituales en la mayoría de las provincias andaluzas, mientras que en la provincia de Jaén los tratamientos fitosanitarios fueron solamente terrestres.
La previsión meteorológica para los próximos días presenta un ligero descenso de las temperaturas acompañadas por fenómenos tormentosos, favoreciendo así la actividad de este insecto y, en consecuencia, un aumento de la incidencia en el fruto. Con esta situación, se aconseja continuar con la supervisión del cultivo y la evolución de este insecto. Se recomienda cuantificar las poblaciones de adultos en trampas y muestreos en frutos picados.
Por otro lado, el mes de agosto de esta campaña se caracterizó por los bajos índices de capturas y de picada. Todo ello, quizá, debido entre otros factores a las elevadas temperaturas máximas de los meses de junio, julio y primera quincena de agosto, superando en varias ocasiones en la provincia jiennense temperaturas máximas por encima de los 40 grados centígrados, situación que ha reducido notablemente los niveles de población de adultos. Otro factor fue el escaso registro pluviométrico acumulado desde comienzos del año agrícola, que desencadenó en una mayor cantidad de árboles afectados por estrés hídrico y de frutos agostados que no son receptivos para la picada de este insecto. Las capturas en placas cromotrópicas fueron en general bajas e inferiores a la campaña pasada.
La gran mayoría de frutos picados presenta formas no viables o un porcentaje casi nulo de picada viva. Muchos de los frutos con ataque presentan picadura sin huevo o formas muertas, debido a las altas temperaturas de los meses estivales y a la gran cantidad de aceitunas arrugadas que han dificultado la supervivencia de los primeros estados larvarios. Aunque en estos momentos los niveles de este agente son muy bajos, se espera que con el descenso temperaturas de la última semana, pueda haber una mayor incidencia. Algunas comarcas jiennense, como la de Sierra Mágina, ya se prepararon para los tratamientos contra la mosca del olivo, principal plaga endémica en la comarca, y que causa un importante perjuicio a la calidad de los aceites de oliva elaborados. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Sierra Mágina y sus entidades inscritas vienen realizando estas intervenciones de control y tratamiento contra dicha plaga de forma colectiva e integrada desde su reconocimiento hace 25 años, con el objetivo de reducir los efectos de su daño, y valorizar así el aceite de calidad de la comarca de Sierra Mágina.
Por tanto, con la llegada la estación de otoño, todos los controles y prevenciones para evitar la propagación de la letal mosca del olivo son pocas, ya que no solo supone una notoria merma en el volumen de la cosecha de aceituna, sino especialmente en la calidad de la misma. Se trata de uno de los mayores quebraderos de cabeza de los agricultores hasta noviembre.
En definitiva, la situación en la que nos encontramos no es preocupante, pero desde la RAIF se aconseja continuar con la supervisión del cultivo y la evolución de este insecto, y se recomienda cuantificar las poblaciones de adultos en trampas, así como su incidencia en frutos.