Segunda oportunidad para el Convento de Carmelitas

El Ayuntamiento de Mancha Real transformará el templo en teatro

01 nov 2019 / 18:30 H.

Paso adelante para revitalizar una joya del patrimonio arquitectónico de Mancha Real: el Ayuntamiento del municipio y la familia propietaria del Convento de Carmelitas Descalzos San Juan de la Cruz, de origen renacentista, han llegado a un acuerdo económico para que el templo pase a ser propiedad municipal. El objetivo del equipo de Gobierno es transformar el edificio en un teatro respetando la fachada original del mismo.

La noticia se hizo oficial en el perfil oficial de Facebook del propio Ayuntamiento mancharrealeño. La alcaldesa del municipio, María del Mar Dávila, explica a Diario JAÉN que, sin embargo, ello no quiere decir que la compra se haya hecho ya efectiva. La intención del equipo de Gobierno es aprobar el acuerdo —que asciende a unos 700.000 euros— en el próximo pleno de carácter ordinario, que se celebrará el próximo 12 de noviembre. Si no diera tiempo, se convocará una sesión extraordinaria para ello. Y es que desde el Ayuntamiento no se quiere perder ni un segundo para lograr que el proyecto se haga realidad lo antes posible. “Queremos incluir la partida dedicada a adquirir el convento en el presupuesto para el próximo ejercicio y que, así, la adquisición se haga efectiva durante los seis primeros meses de 2020. Luego abriremos el proceso de licitación para que, si es posible, se empiece a ejecutar el proyecto en 2021”, cuenta la regidora.

La puesta en marcha de esta iniciativa supone el cumplimiento de uno de los compromisos adquiridos por el equipo que preside Dávila durante la pasada campaña electoral de las municipales. Y es que, aunque el municipio ya cuenta con un espacio escénico en el Centro Cultural Municipal Don José Luis Quero Juárez —dedicado al cronista oficial mancharrealeño y colaborador de este periódico—, la alcaldesa asegura que este ya se ha quedado pequeño para acoger las actividades que se organizan en el mismo: “El espacio cuenta con 283 butacas, y no han sido pocas las veces en las que, cuando tiene lugar alguna cita cultural, mucha gente ha tenido que presenciar la misma de pie o quedarse fuera porque no había más sitio. Por ello, lo que queremos es que nuestro pueblo tenga una sala escénica acorde a sus necesidades como municipio de más de 11.000 habitantes”, explica.

Con la construcción del nuevo teatro, por tanto, se pretende matar dos pájaros de un tiro y evitar los daños estructurales que presenta el edificio —“uno de nuestros grandes bienes materiales”, según Dávila— acaben precipitando su desaparición.