San Martín en fiestas con sus tres imágenes titulares
Procesión en la aldea de La Iruela, entre olivos y con los vecinos emigrados que retornan por estas fechas
San Martín, una pequeña aldea de La Iruela que tiene una ermita construida hace siglos, fue el foco de la devoción hacia San Martín, la Virgen del Rosario y el Sagrado Corazón de Jesús. Con motivo de las fiestas, la aldea propició el encuentro de sus vecinos con los que emigraron —muchos hace ya décadas— y gentes de diferentes municipios de la comarca. El templo, situado cerca del límite con el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, fue el lugar de salida de y llegada de la procesión. Antes de salir se cumplió la tradición de ofrecer billetes como voto o promesa. El desfile procesional, con la música la agrupación Caballero León, de Peal de Becerro, contó con la presencia de miembros de la Corporación Municipal de La Iruela; el veterano sacerdote Santos Camargo y el hermano mayor, Daniel Agea. Se hizo un recorrido de ida y vuelta por un camino rodeado de olivos, en los que se veía las consecuencias de la sequía, por lo que se pidió por la lluvia. La procesión fue el momento culminante de una jornada en la que hubo muchas más actividades.
“Hace treinta años que vivo en Madrid, pero he querido venir porque mis padres y abuelos son de La Iruela y me hacía mucha ilusión regresar”, comentaba Jesús Antonio Gómez Moreno. “Esta fiesta de San Martín es muy bonita, todos nos unimos porque somos una familia y además viene mucha gente de fuera a vivirla”, indicaba Mari Paz Marín Gómez, mientras que Félix Aibar Vico, natural de Burunchel, añadía: “Intento venir todos los años a ver esta fiesta y a acompañar a la gente, ya que es la última fiesta que hay en la sierra en este año”.
