San Isidro bendice a su paso por Navas de San Juan
La procesión del santo congrega a decenas de vecinos y visitantes en el municipio

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Una procesión con más de una década de historia. La salida del trono de San Isidro Labrador se hizo de esperar en Navas de San Juan. Varias decenas de devotos aplaudieron al ver la talla fuera de su casa y dio comienzo la procesión entre gritos y vítores hacia San Isidro Labrador. El cortejo lo encabezó un grupo de jinetes a caballo, que dio paso a unas tres carrozas tiradas por animales y una cuarta a motor que era la que disponía de alimentos y bebidas para la posterior celebración de la convivencia en el campo, donde también tuvo lugar una eucaristía en honor al santo. Además, la Banda de Música Maestro Mota acompañó a la imagen por todo el recorrido en andas. Durante un buen tramo, cuatro mujeres fueron las encargadas de llevar a San Isidro Labrador sobre sus hombros, para luego devolvérselo a los hombres. Cuando el trono llegó a la altura de la zona de El Pilar, los anderos lo colocaron en la parte de atrás de una camioneta para, de esta forma, transportarlo hacia el lugar donde tuvo lugar la misa. Tras esta eucaristía, los vecinos que acompañaron a San Isidro Labrador lo llevaron en andas hasta su ermita, donde aguardará un año más hasta su próxima salida en procesión en las fiestas celebradas en su honor.
Los vecinos de Navas de San Juan aprovecharon esta celebración para expresar su fe por San Isidro, como Joaquín Requena Requena, alcalde del muncipio, que manifestaba que “es un día emocionante, que poco a poco coge tradición en celebrar la romería, así tiene San Isidro un sitio para celebrar su fiesta”. Por su parte, Teresa Giraldo Guzmán señalaba: “Es un día muy bonito, porque hay mucha ilusión, estoy segura de que todo va a salir bien, tal y como se preparó durante todo el año”. “Es un día muy hermoso, nos vamos a la Fuente del Rosal para celebrar la misa y para la convivencia con todos los del pueblo juntos”, comentaba Dolores La Fuente Rubio. Asimismo, Juan López Ortega decía: “Últimamente hay poca afición, pero a ver si se repuebla esto y queda aún más bonito de lo que ya es, una romería con mucha convivencia”.