Salvación para el emblemático Puente del Gato en Lahiguera
Propuesta de la mesa de contratación para adjudicar la obra a la empresa UMC
El Puente del Gato, de Lahiguera, es una de las emblemáticas estructuras monumentales en peligro de desaparecer en la provincia de Jaén. Sin embargo, el Ayuntamiento toma cartas en el asunto y está a punto de adjudicar la obra de restauración del bien, situado sobre el arroyo que le da nombre. Se trata de una construcción de gran valor histórico y sentimental para los habitantes del municipio higuerense.
La mesa de contratación propone la adjudicación de los trabajos a una empresa de Almería, UMC, que consiguió 94,96 puntos sobre 100 y garantizó un precio bastante por debajo de la cuantía de licitación, que se cifró en 85.077 euros. Los trabajos consistirán en la limpieza, la conservación y la restauración del puente y se espera que la duración sea de tres meses o inferior.
La alcaldesa de Lahiguera, Francisca Paula Calero, admite el deterioro de la estructura, con la progresiva caída de piedras. Añade que los fondos proceden de la Junta de Andalucía, a través de la asociación de desarrollo rural Prodecan. “Todo el patrimonio que se pueda se va a recuperar”, afirma la responsable, en referencia también al puente sobre el Saladillo, considerado como una edificación de época romana.
En el caso de la obra, en la recta final de la adjudicación, su recuperación es un anhelo de los vecinos, que hace unos años se movilizaron para limpiar su entorno. Se trata de una estructura próxima a la carretera JA-3409, que conduce hacia Villanueva de la Reina. Los daños son considerables a causa de la erosión del arroyo —cuyas avenidas son acrecentadas por la falta de cubierta vegetal en los olivares—, de manera que los laterales están descarnados. También acentúa los daños la circulación sobre el arco de medio punto de maquinaria agrícola. Los sillares se ven afectados por moho, microorganismos y por el efecto del fango y el agua. El ojo está ejecutado por dovelas de gran tamaño, mientras que el resto se compone de otras piezas de piedra probablemente unidas mediante el uso de argamasa.
La puesta en valor de la iniciativa no es causal, dada su relevancia en el patrimonio de Lahiguera. Aunque no existe constancia sobre su construcción, los investigadores locales consideran que su origen se remonta probablemente a la época iberorromana, como una pieza en el itinerario de comunicaciones y de circulación de las fuerzas militares. La utilización continuó en épocas posteriores. Existe evidencia de que existió una inscripción referente a la construcción del puente durante el reinado de Carlos III. Sin embargo, los expertos consideran que, probablemente, se hacía referencia a unos trabajos de restauración.
Además, se trata de una zona de esparcimiento, frecuentada por personas que caminan, corren o montan en bicicleta. Los vecinos higuerenses esperan que la intervención culmine cuanto antes para conjurar el temido riesgo de derrumbe del Puente del Gato, que ahora se encuentra, literalmente, en el aire por su desgaste y el del entorno.