Salida: empieza la gran aventura de Antonia Rubiales

Emprende su ruta por toda Andalucía con su mítico Seat 600 azul desde Los Llanos de Arriba, lugar donde reside

11 mar 2025 / 12:14 H.
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Dicho y hecho. Antonia María Rubiales Zayas ya está en carretera. Sus vecinos de Los Llanos de Arriba, en La Puerta de Segura, salieron a despedirla con aplausos en el comienzo de una ruta por Andalucía al volante de su mítico Seat 600 azul.

Su intención es hacer el recorrido “poquito a poco”, en catorce rutas que tiene diseñadas. Tiene 58 años, cinco más que el coche que compró con tanto esfuerzo antes de la pandemia. Natural de Estepona y con domicilio en Manilva, trabajaba interna en la casa de Conchita Garrido, una usuaria de ayuda a domicilio a quien quiso como una madre y la que la animó a cumplir el sueño de tener un 600 propio.

El problema es que, a la semana de conseguir su propósito, murió la mujer y Toñi, como es conocida la protagonista de esta historia, se quedó sin trabajo y sin casa donde vivir. “Mis compañeros me quisieron comprar el Seat 600 para que yo tuviera dinero para empezar, pero yo decidí no venderlo. Como tenía alquilada una plaza de garaje y un trastero, dormí allí durante seis meses. La verdad es que encontré trabajo pronto, pero hasta que no hice los seis meses de Seguridad Social nadie me alquilaba un piso. Por la mañana cuidaba a una persona mayor, por la tarde trabajaba en una pastelería y por la noche limpiaba las piezas de mi coche”, subraya. José Delgado, un amigo chapista de profesión de Utrera, arregló su Seat 600 durante la covid-19. “Yo le llevaba las piezas que él decía que le faltaban o que había que reponer y le prometí que le pagaría las horas que echara poco a poco”, relata. Sin embargo, cuando dejó listo el coche de chapa y pintura, no le quiso cobrar nada.

Agradecida hasta el infinito, la suerte llamó a la puerta de Toñi Rubiales después de muchas penurias y, hace cinco años, el destino la llevó hasta Los Llanos, donde encontró la felicidad al lado de Pedro Navarro. Allí reside y desde allí sale para cumplir su sueño. Es una más del paisaje natural y está enamorada de este trocito de la Sierra de Segura que quiere reivindicar con su aventura. Hace dos años tuvo una mala caída con rotura de todos los huesos de un tobillo. Estuvo encamada y ella, una persona con una enorme actividad, pasó uno de los peores momentos de su vida. Sus vecinos se volcaron con Toñi Rubiales y, ahora, quiere devolverles con su hazaña el cariño recibido. El objetivo es recorrer entre 1.500 y 1.600 kilómetros en catorce etapas con un Seat 600 conocido como “El Bala”, con 53 años de historia. “Es una manera de reivindicar que soy mujer conductora”.

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