Rotura de tres lápidas y una tumba profanada en Sorihuela

El Gobierno local cree que el “acto vandálico” sobrepasa “todas las líneas rojas”

12 ene 2016 / 09:37 H.

La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil es la encargada de investigar un caso que causa una gran indignación entre los vecinos de Sorihuela del Guadalimar, un tranquilo municipio de El Condado, con 1.248 vecinos censados, según el Instituto Nacional de Estadística. Un paisano descubrió, el domingo, a primeras horas de la mañana, que algo había ocurrido en el cementerio. Observó varias lápidas rotas y, lo que más le horrorizó, que alguien había sacado un ataúd de su nicho e, incluso, podía verse el cadáver. La Comandancia de Jaén no duda en calificar los hechos como una “profanación de tumba” por lo que, una vez que se localice a aquellos que estén detrás, se le imputarán estos cargos. Aunque no se descarta hipótesis alguna de trabajo, los guardias civiles no encontraron indicios que apuntaran a que lo ocurrido en el camposanto tenga relación con algún tipo de rito.

Los propios agentes que acudieron al lugar para hacerse cargo de la situación contactaron con los familiares de la mujer sepultada, fallecida a una edad avanzada y que llevaba más de un lustro enterrada, con el objetivo de terminar con la exposición del cuerpo lo antes posible. El alcalde, José Manuel Leal, considera muy grave lo ocurrido ya que, en sus palabras, se “atenta contra los sentimientos”. “Hasta en la guerra se respetan los muertos”, denuncia el regidor que considera que estos actos “sobrepasan todas las líneas rojas”. Eso sí, en su opinión, se trata de un “grave acto vandálico”, sin que responda a otro tipo de comportamiento relacionado con la santería. Además, la profanación de la tumba y los destrozos en las lápidas llegan en medio de una oleada de actos vandálicos en el pueblo. Desde hace días, hay daños contra mobiliario urbano e, incluso, una calle está sin iluminación debido a un sabotaje en la instalación. Por ello, confía en que cese esta espiral y, sobre todo, en que, lo antes posible se localice a los autores de los daños en el cementerio municipal.

Por otro lado, la Guardia Civil logró localizar y detener al presunto autor de las fotos realizadas a un cadáver en el cementerio de Alcaudete, al que se sacó de su tumba. Se trato de un joven del municipio, que realizaba trabajos sociales en el cementerio y aprovechó el momento de agrupación de cadáveres para tomar instantáneas. No fue una profanación de tumba, como en el caso de Sorihuela del Guadalimar. Los hechos generaron una tremenda polvareda en el municipio, sobre todo, por la gran difusión de las imágenes a través de las redes sociales.

Y en Marmolejo, tuvo que intervenir el juzgado ante la denuncia interpuesta contra el propio Ayuntamiento al que los partidos de la oposición acusaron de haber arrojado los restos mortales de vecinos sepultados en un antiguo cementerio, junto al que se construyó una piscina. Las críticas llegaron porque los huesos habían sido arrojados en uno de los márgenes de la autovía A-4, que pasa junto al municipio.