Ribera Alta honra a San Juan Bautista en la vera del río Velillos
La pedanía alcalaína vivió dos días de fervor y alegría en honor a su patrón
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El anejo alcalaíno de Ribera Alta disfrutó de unas fiestas patronales por todo lo alto. Tras dos días de festejos, el momento de mayor esplendor llegó con procesión de San Juan Bautista. La iglesia de la pedanía, del siglo XVIII, se llenó de fieles que rebosaban ilusión. El recorrido, que destaca por su peculiaridad, comenzó por estrechas callejuelas para acabar desembocando en las crcanías del Río Velillos y después regresar a la Iglesia. El cortejo incluyó a mujeres ataviadas de mantilla; niños de comunión; el pedáneo, Jesús Martín; una representación del Ayuntamiento alcalaíno formado por los miembros del equipo de Gobierno Baldomero Andréu, Ariadna Barea, Rocío Garrido y José Francisco Moyano; el párroco, Juan Ángel Delgado, y una representación del vecindario y de los ribereños que regresaron para la ocasión. Pese a tener solo 270 personas empadronadas, son muchos los que fueron a disfrutar de sus fiestas y el encantado paisaje que combina las vegas con el olivar.
María Mercedes Atero Márquez comentaba que acompañó a San Juan vestida de mantilla “para disfrutar de una fiesta muy bonita a pesar de los pocos habitantes que vivimos aquí”. Blas Martos Muriana compartía que es “de Ribera Alta y estas fiestas me han gusto siempre. Son unos días para reunirse y pasarlo bien en compañía de los amigos y de los visitantes”. Por su parte, Encarnación Luisa López López confesaba que “este año he vivido la fiesta mal porque estoy chunguilla, pero aun así no he querido perderme la procesión que celebramos en honor del patrón” Jesús Fuentes Mudarra: “He tenido el honor de ser hermano de las fiestas junto con mi hermano Francisco José y esto nos ha llenado de alegría pese a la responsabilidad. Valeria Aguilera Jiménez afirmaba que “las fiestas aquí son preciosas. Yo soy ribereña y vengo siempre que puedo para estar con mi gente en unas fechas tan especiales”.
