Raylech y el “reguero” de deudas con afectados en Jaén
La falta de pagos de la firma valdepeñera conlleva el fin de alguna ganadería


Un panorama desolador y dramático. Esta es la sensación que viven muchos ganaderos de la provincia y, también de Ciudad Real, no solamente por la ya complicada situación de sequía y el encarecimiento de productos vitales como los piensos, sino que también hay que sumar las deudas económicas pendientes de cobro. Y muchos de estos afectados tienen un denominador común: Raylech. La empresa encargada de recoger leche y con sede en Valdepeñas de Jaén se encuentra en una situación económica que ha conllevado la suspensión de pagos y, en muchos casos, adeudan grandes cantidades a ganaderos que, en algunas situaciones, se verán abocados al cierre. Este es el caso de la familia Valenzuela Expósito, procedente de Torreperogil. La aventura ganadera, de caprino, que inició Francisco Valenzuela “El Tinta”, ahora, con cinco generaciones dedicadas plenamente a la ganadería, se ve abocada a su cierre.
Raylech les compraba la leche y, ahora, a la familia Valenzuela les debe 20.000 euros. Francisco Valenzuela ve cómo su vida se derrumba ante una sensación de impotencia: “Nos sentamos a la mesa con ellos. Compartimos comida e incluso nuestra casa... Jamás imaginamos que esto acabaría así”. El impacto de esta deuda no pagada ha sido demoledor para esta familia torreña. Hasta el punto de que, cada día, Valenzuela se ve obligado a tirar cientos de litros de leche, incapaz de venderlos o almacenarlos. El rebaño, que durante décadas ha sido el pilar principal de su actividad económica y profesional, fue enviado directamente al matadero para poder salvar los impagos. Así lo relata su esposa, Guadalupe Expósito: “Es la única salida para evitar que la deuda siga creciendo”. El caso de esta familia torreña no es único. Son muchos los ganaderos de la provincia jiennense que tienen un lastre económico que soportar ante los impagos de Raylech.
Así lo resalta un ganadero procedente, en este caso, de la Sierra Sur y, en concreto de Alcalá la Real, que prefiere mantenerse en el anonimato: “A mi me deben una deuda de 25.000 euros”. Así comienza el testimonio de este ganadero que, a pesar de que vivir también en una situación límite, trabaja sin cesar para poder mantener su explotación ganadera: “Voy saliendo adelante como puedo, voy cobrando de un lado para quitarme pagos”. Este ganadero alcalaíno resalta también que hay muchos afectados: “Han echado a mucha gente a la ruina y muchos, incluso, están pidiendo en Cáritas”. En este punto, añade: “En mi caso, me han dejado pendiente un mes y diez o doce días. No sé nada de ellos”. En su caso, a este ganadero le recoge ya la leche otra empresa y, por último, sentencia: “Ese dinero, directamente, ya lo doy por perdido”.
“Dicen que vayamos directamente al Fogasa”
Varios trabajadores de la empresa de esta empresa valdepeñera también se han visto en una situación acuciante durante las últimas semanas. Así, actualmente Raylech les debe a estos empleados la nómina del mes de diciembre y el periodo transcurrido en este mes de enero. Ayer, iban a tener una cita con los socios de Raylech para que les dieran la carta de despido y, así, poder solicitar el desempleo. Pero, como aseguran, “ni rastro”. El último contacto que han tenido con la empresa es para comunicarles que de la empresa no iban a percibir ningún dinero: “Además de la nómina pendiente, también nos deben el finiquito y la antigüedad. Pues nos han dicho que directamente acudamos al Fogasa —Fondo de Garantía Social—”. Los camiones de Raylech, tal y como señalan los afectados, se encuentran parados y tampoco recogen leche. Aunque, más allá del dinero que les adeuda la empresa, el sentimiento de enfado e impotencia ante la falta de información o, simplemente, de contacto es evidente: “Llevamos unos días que no sabemos de ellos, ni cogen el teléfono y nos están engañando”.