Puro amor por la Inmaculada

Una eucaristía marcada por cautivadoras voces corales abre el día grande

09 dic 2019 / 12:25 H.
Ver comentarios

Envuelta en dulces flores, la Inmaculada Concepción de María fue acogida con el mayor de los cariños por los vecinos de Arroyo del Ojanco en su día grande. Así, el amor que los arroyenses profesan por su patrona volvió a inundar de nuevo las calles del municipio en la procesión que la imagen de la Santísima Virgen protagonizó durante el mediodía de este pasado domingo.

Los destellos que relucían en la mirada de los devotos de La Inmaculada comenzaron a aparecer con la eucaristía que, con el reloj marcando las doce y media de la tarde, comenzó en la parroquia de la Inmaculada Concepción bajo la dirección de Miguel Conejero, sacerdote de la misma. Una misa en la que, además, no faltaron las cautivadoras voces del coro parroquial, que eligió, además, esta ocasión para presentar ante los vecinos del municipio —y, por supuesto, su querida patrona— algunas de las nuevas canciones que con tanto empeño prepararon para este momento. Entre ellas destacó, como no, la siempre conmovedora “Ave María”. Asimismo, en la celebración de la eucaristía, José Berrio, alcalde del municipio, renovó el voto de La Inmaculada para que esta continúe como la alcaldesa perpetua de Arroyo del Ojanco. Momento que le propio Berrio aprovechó para pedir a la Santísima por el porvenir del pueblo y sus cultivos. La celebración litúrgica concluyó con una oración dirigida por el párroco ante la patrona. Un momento íntimo y solemne que avivó, aún más, el sentimiento cristiano y el fervor por la Virgen.

Solo unos minutos después, daría comienzo la esperada procesión de la imagen por el municipio. Una leve apertura de las puertas de la parroquia ya dejó entrever el rostro de La Inmaculada en un instante que pareció eterno por las ganas de verla bañada por el sol. Y, a su salida, no solo el brillo del astro mayor cayó sobre ella. Una lluvia de pétalos de rosas roció con sutileza la pequeña talla de la Santísima y el periplo de esta por su ciudad empezó, como es habitual, con decenas de personas siguiendo el añil estandarte con la imagen de La Inmaculada que abría el camino. El ritmo a los pasos los puso la irremplazable Asociación Musical La Inmaculada y, entre las autoridades presentes, en la procesión participaron el alcalde y la teniente de alcalde, Fina Millán; el policía local, Lorenzo Rodríguez; representantes de los grupos parroquiales y, por supuesto, Miguel Conejero.

Así, a su paso por las diferentes calles contempladas en el recorrido de este año (que fueron desde la calle Fuente Buena, a la calle Rosales o Almendros), muchos de los balcones y fachadas de las viviendas esperaban a la Virgen ataviados y adornados con cariño para recibirla y honrarla. Y, a su recogida, con el Himno Nacional como colofón musical, los devotos de La Inmaculada se despidieron de Ella, con imborrables sonrisas, hasta el año próximo.

Provincia