Punto final a unos días de alegría

La aldea termina sus fiestas con una jornada llena de tradición y diversión

02 sep 2019 / 16:55 H.

Después de unos días intensos cargados de actividades y emociones, La Cerradura puso punto final a sus fiestas en honor de Nuestra Señora de la Purísima Concepción con una jornada en la que la tradición volvió a convertirse en la principal protagonista. Los primeros en divertirse fueron los más pequeños, con una fiesta infantil denominada Divertilandia, a las once de la mañana. Así, pudieron subirse a diferentes colchones hinchables a la vez que jugaban con sus amigos y compañeros.

Poco después llegó el turno para los más audaces y valientes de la aldea, con el concurso “coge el jamón”, que se celebró en la plaza del pueblo. En la competición, los participantes tuvieron que trepar por una barra, de unos cinco metros, para alcanzar una pata de jamón que se encontraba al final de ella y que, además, era el premio para el ganador. La diversión continuó a las una y media de la tarde, cuando, para combatir también la calor, se celebró la gran fiesta de la espuma. Una actividad en la que la edad no importó, ya que tanto niños como mayores disfrutaron de un rato de risas. Y para los que no quisieron mojarse, el Ayuntamiento de Pegalajar les trajo la solución: la cerveza, ya que instalaron una barra para los asistentes. A las cinco de la tarde, los jóvenes participaron en unos juegos tradicionales, como las carreras de sacos, en carretillas y un concurso en el que jugaron a la “quema” con un balón.

Por la noche, el Trío Cristal se encargó de poner la marcha, con una actuación que hizo que los presentes, en la Caseta Municipal, moviesen el esqueleto y disfrutasen de canciones más que conocidas en el ámbito nacional. El broche dorado a las fiestas en honor de Nuestra Señora de la Purísima Concepción lo puso la quema de una gran colección de fuegos artificiales, que dejaron maravillados a los asistentes.

De esta forma, los vecinos de la aldea despidieron los festejos de este año de la mejor forma posible: con un cielo iluminado por cientos de colores.