Punto final a las irregularidades en el polígono de Mancha Real
El Ayuntamiento recepciona el terreno tras la ejecución del proyecto de urbanización
El tejido empresarial mancharrealeño ve, de una vez por todas, la luz al final del túnel. La lucha ha sido ardua y larga —ha durado unas dos décadas—, pero concluyó ayer, una vez alcanzado el ansiado objetivo: la legalización de la superficie de la Unidad de Ejecución (UE) 15 del polígono industrial, que ya consta en el PGOU como suelo urbano consolidado. Ello permitirá, por fin, que más de un centenar de empresas puedan tramitar su licencia de actividad, pedir permisos de obra y solicitar subvenciones y créditos, algo que, hasta ahora, impedía precisamente la situación irregular del área industrial. “Este día quedará grabado en la historia de Mancha Real”, afirmó, ilusionada y satisfecha, la alcaldesa del municipio, Mar Dávila, a cuya firma en el acta de recepción del polígono por parte del Ayuntamiento se unió la de Carlos Martos, presidente de Urpiman, el ente de cooperación compuesto por los empresarios que asumieron la puesta en marcha el proyecto de urbanización del terreno.
El polígono industrial de Mancha Real está compuesto por la UE 14 y la citada UE 15, que acoge en torno al 90 por ciento de la actividad industrial del municipio. En sus 540.000 metros cuadrados se erigen 137 empresas que, actualmente, generan unos 2.000 puestos de trabajo. Sin embargo, las que tienen licencia de obra y actividad se pueden contar con los dedos de la mano, una circunstancia que ha dificultado, durante mucho tiempo, que Mancha Real continuara siendo, como en las últimas dos décadas del siglo pasado, una referencia empresarial en la provincia e incluso a nivel nacional. Para despejar el camino de piedras, los miembros de Urpiman han tenido que poner, de su propio bolsillo, entre 3 y 4 millones de euros a lo largo de estos veinte años. Ese ha sido el coste del proyecto para regularizar el suelo del polígono, impulsado con la colaboración del Ayuntamiento. El mismo incluyó un plan de reparcelación, del que se hizo cargo la empresa jiennense Pavimentaciones Morales, y otro de urbanización, que corrió a cargo de una subcontrata cordobesa tras resultar beneficiaria del pertinente proceso de adjudicación.
“Para mí este es uno de los mayores logros al frente del Ayuntamiento. Todas las corporaciones lo han prometido y ninguna lo había conseguido hasta ahora,” manifestó, tras la recepción, Dávila, que agradeció a los técnicos municipales de Urbanismo su trabajo y se mostró esperanzada de cara al futuro: “Queremos que Mancha Real sea lo que ha sido siempre, un pueblo de espíritu emprendedor cuya gente no tenía miedo de tirar para adelante. A partir de ahora, se abre un amplio abanico de posibilidades para el sector empresarial mancharrealeño”, entre estas, la puesta en marcha de proyectos de ampliación de empresas —hay dos que ya han presentado el suyo, según la regidora— y la instalación de nuevas compañías que, anteriormente, desestimaron la posibilidad de asentarse en Mancha Real por la anterior situación de irregularidad. Al respecto, Dávila asegura que pretendientes para el nuevo suelo industrial mancharrealeaño no faltan.