Programas de útil aplicación en las ciencias humanas

El curso de la UNIA pone en valor el uso de estos sistemas en investigaciones

04 sep 2019 / 16:47 H.

Conseguir que alumnos de ciencias humanas y sociales se sientan interesados y atraídos hacia lo que es el futuro de la investigación: los sistemas de información geográfica (SIG). Este es el objetivo desde el que parte el curso “Aplicaciones de los SIG y las nuevas tecnologías a las ciencias humanas: conceptos teóricos y supuestos prácticos”, celebrado, durante esta semana, en la sede baezana de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA).

Bajo la dirección de Antonio Garrido Almonacid y María Marcos Cobaleda, docentes en la Universidad de Jaén y Granada, respectivamente, el curso consiste en analizar los sistemas de información geográfica y, apoyándose en las nuevas tecnologías, descubrir cuales son sus aplicaciones en las ciencias humanas. “Parece que este tipo de sistemas no tienen relación con las humanidades pero son de gran ayuda para hacer estudios e investigaciones”, aseguró su codirectora, María Marcos.

Según la investigadora, los sistemas de información geográfica —programas informáticos que georeferencian y ponen en el mapa determinados elementos— permiten hacer estudios que van más allá de las cuestiones geográficas. En el caso de María Marcos, especialista en el arte islámico medieval, explicó que, dentro de su investigación, le han ayudado a analizar fenómenos relacionados con las cuestiones políticas y religiosas del momento.

Estos programas abren su campo de aplicación a cuestiones agrícolas o meteorólogas. Según Antonio Garrido, codirector del seminario, dentro del sector oleícola, los SIG son útiles para realizar estudios del territorio y hacer prevenciones climatológicas que pueden afectar a los cultivos.

El inicio de este curso, tal y como declaró su directora, comenzó ofreciendo a los alumnos —de un marcado perfil humanístico— una primera parte teórica para dotarlos de unos conocimientos básicos. A partir de ahí, los asistentes empezaron a conocer algunos de los diferentes proyectos en los que los SIG han sido cruciales como, por ejemplo, el proyecto “Preforti”, destinado a la conservación del patrimonio medieval en el sudeste de la Península Ibérica. Finalmente, el conocimiento se refuerza con casos prácticos en los que los alumnos se lanzaron a manejar el programa elegido (QSIS) para realizar la representación de los datos geográficos.

María Marcos valoró muy positivamente el hecho de que la UNIA acoja y dé difusión a este tipo de programas específicos que, según ella, por diversos motivos, no tienen cabida en la enseñanza reglada convencional. “A día de hoy, estos programas se están convirtiendo en la base de los proyectos de investigación y se valora mucho su uso. Es importante que el alumnado conozca estas herramientas y sepa cómo utilizas”, concluyó la codirectora.