Profundo clamor por la Virgen

El santuario de la Virgen de Tíscar, enclavado en el paraje que le da nombre a la Madre, se convirtió en el centro de vida de los quesadeños y de las más de quince mil personas, llegadas de otras comarcas y del norte de Granada, que se dieron cita para honrar y mostrar su profunda devoción hacia la Santísima, que se encontraba allí después de que la trasladasen esta semana desde Quesada, donde permanecía desde el pasado mes de mayo. La espera mereció la pena para todos los fieles, que, por fin, pudieron demostrar su fervor y pasión hacia la patrona del municipio quesadeño. Así, tras unos días en los que se celebraron numerosas actividades, a las doce del mediodía se celebró la solemne eucaristía y, tras ella, la imagen de Nuestra Señora de Tíscar Coronada salió en procesión. Fueron miles las personas que, como cada año, la acompañaron por su recorrido habitual por la sierra mientras le vitoreaban y alababan, demostrando, una vez más, el gran amor que sienten por la Madre. La música vino a cargo de la Agrupación Musical de Quesada, que, después, también realizó un concierto.

Los aplausos y los “¡Guapa!” inundaron las inmediaciones del santuario en un día en el que la emoción se sintió en estado puro. La mejor forma de demostrar la gran pasión que se vive en una de las romerías más concurridas de toda Andalucía.