Petición de medidas urgentes para “salvar” La Aragonesa

El Ayuntamiento de Marmolejo se dirige al propietario y a la Junta

20 nov 2016 / 11:34 H.

El Ayuntamiento de Marmolejo, a través de su Concejalía de Patrimonio Histórico, solicita a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía y a la propiedad del Castillo de la Aragonesa la realización de un informe técnico sobre el estado actual y las intervenciones necesarias para garantizar, de modo efectivo, la salvaguarda e indemnidad del monumento, un Bien de Interés Cultural (BIC) en los términos requeridos por la legislación actual.

La fortificación, en cuya construcción se distinguen dos etapas, la primera de origen musulmán y la segunda correspondiente al periodo cristiano —torre del homenaje—, de finales del siglo XIII o principios del XIV, se encuentra en una situación precaria por falta de mantenimiento, invadida por la maleza y expuesto al expolio; inclusive, presenta graves desperfectos en su estructura, lo que podría ocasionar el derrumbe de algunas de sus partes.

El monumento, de titularidad privada, está inscrito en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz y bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto del 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español. Según el artículo 14 de la Ley 14/2007 del Patrimonio Histórico de Andalucía las personas propietarias de titulares de derechos o simples poseedoras de bienes, se hallen o no catalogados, tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos de manera que se garantice la salvaguarda de sus valores.

El objetivo de la administración local marmolejeña es evitar que se pierda una de las señas de identidad del municipio. Por otro lado, la intención es ponerlo en valor desde un punto de vista turístico.

Reliquia de la vida en la frontera

El Castillo de la Aragonesa tuvo una importancia capital durante parte de los siglos XII y XIII, cuando la fortificación, de origen bereber, dominaba la frontera entre el territorio castellano y el andalusí. Desde la edificación se controlaba un amplio territorio, en la confluencia entre Sierra Morena y la vega del Guadalquivir, muy poblado en la época de la dominación islámica.

El concejal de Cultura y Patrimonio Histórico, Rafael Valdivia, destaca que, a pesar de los escasos cuidados, el bien, que de acuerdo con sus datos siempre ha estado en manos particulares, mantiene sus elementos originales: los muros y paramentos, tres torreones y la torre del homenaje. Valdivia indica que los dueños pretenden vallar la edificación, una operación que deberá adaptarse a las exigencias de la Junta. La idea es establecer un régimen de visitas y evitar el expolio. En cuanto a la cuantiosa inversión, el edil indica que debe estudiarse la forma de sufragarla.