Para que la tradición no se pierda

El belén viviente de El Fontanar, en Pozo Alcón, reúne a 300 vecinos de varios municipios

09 dic 2015 / 20:03 H.

Cerca de tres mil personas se acercaron, el año pasado, hasta El Fontanar, en Pozo Alcón, para presenciar la representación del belén viviente, una tradición que cumple once años y que es todo un reclamo turístico para la comarca en estas fechas navideñas. Vecinos de la pedanía y del municipio se afanan en los preparativos de la obra, que se pondrá en escena el próximo 26 de diciembre.

Como en ediciones pasadas, la representación teatral tendrá una duración de una hora y se realizará en las Ramblas de Fontanar, en un escenario natural de cerca de 3.000 metros cuadrados en el que participarán alrededor de 300 actores a lo largo de 14 escenas. Una de las características que distinguen esta tradición navideña es que, tras la representación, los espectadores son invitados a que se adentren en el escenario y lo recorran, con lo que tienen la oportunidad de fotografiarse en los lugares de interés, degustar productos típicos de la zona e, incluso, entregarle la carta con sus peticiones a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente.

Para el alcalde de Pozo Alcón, Iván Cruz, esta cita es, por un lado, un importante generador de riqueza y un reclamo turístico. No hay que perder de vista que ese día, muchos de los visitantes aprovechan para comprar productos típicos como, por ejemplo, el aceite. Pero no solo eso. El regidor destaca, además, que la representación es un auténtico “viaje en el tiempo”. “Se realiza en un escenario precioso y te permite adentrarte en los oficios antiguos. Porque no es solo una representación, sino que traslada al visitante a cuando era niño. Ve cómo se hacía la matanza o las labores más artesanales que ya se han perdido”, relata Iván Cruz.

Por otro lado, el alcalde de Pozo Alcón también resalta que la cita es también una oportunidad de reforzar la convivencia entre los vecinos del Fontanar y Pozo Alcón. Una de las novedades de este año es que se han sumado, además, residentes de municipios aledaños como, por ejemplo, Huesa, lo que colabora a engrandecer una tradición que cumple once años. Además, para esta edición también se ha logrado financiación extra por parte de la Diputación, independientemente de la otras administraciones y de la recaudación de los propios participantes.