Nuevos embajadores del oleoturismo
Picualia cierra su primer “famtrip” con una visita a La Carolina y Linares
Ya están de vuelta a sus lugares de procedencia y, en su paladar, el mejor sabor. Jaén suma nuevos “embajadores” del oleoturismo gracias a la iniciativa de Picualia. La firma oleícola acaba de cerrar su primer “famtrip”, un viaje de familiarización, con operadores turísticos y agencias de viajes de ámbito nacional e internacional gracias al que, durante dos intensas jornadas, se llevan en sus carteras hasta 18 paquetes turísticos en los que los recursos de la provincia confluyen con el mundo del aceite de oliva. “Podría decir que más que encantados, han quedado alucinados. Pero no solo han disfrutado, ya que también han hecho negocio”. Así se expresaba Juan Antonio Parrilla, director de Marketing de Picualia, justo después de despedir, ayer por la tarde, a los empresarios llegados desde Madrid, Murcia, Rusia, Lérida, Barcelona, Sevilla, Latinoamérica, Portugal, Brasil y Centro Europa. Todos conocieron de primera mano, guiados por esta empresa bailenense, los dieciocho nuevos paquetes turísticos elaborados con el apoyo técnico de la Universidad de Jaén, a través del Laboratorio de Análisis e Innovación Turística.
“Ahora tienen 18 paquetes turísticos a su disposición. Entendemos que solo somos una almazara, pero el oleoturismo es mucho más y tenemos que sumar otros atractivos, generar desarrollo en el territorio en el que se asienta nuestra cooperativa”, reconoce el responsable de Picualia. “Todos estos paquetes tienen en común nuestra almazara pero la ligan a otros recursos localizados en nuestro entorno, desde museos a restaurantes”, apunta. De hecho, en estas dos jornadas, han conocido en detalle estas propuestas y se han “empapado” de la cultura del aceite de oliva. En la primera jornada visitaron el Museo Terra Oleum; fabricaron su propio aceite, que también tuvieron la oportunidad de catar y conocieron la cocina del joven restaurador Jesús Moral, Revelación en Madrid Fusión, y las propuestas del Restaurante El Álamo en la propia almazara, un momento “espectacular” como lo define Parrilla. Ya en la segunda, visitaron, en La Carolina, la finca Orellana Perdiz donde disfrutaron de un desayuno “morubeño” entre reses bravas, con platos tradicionales de Sierra Morena. Y en Linares, se dejaron llevar por la historia entre olivares y conocieron el sorprendente patrimonio de la ciudad íbero-romana de Cástulo. Se despidieron, con una nueva experiencia gastronómica, en la Taberna El Lagartijo.
“Es la primera vez que una empresa privada organiza un famtrip sobre oleoturismo y estamos felices por comprobar el interés de los asistentes. Como se dice, venían al grano y, prácticamente, desde el primer momento ya venían con la idea de hacer negocio. Si no se cierran operaciones, no tendrían sentido estas iniciativas”, resalta el responsable de Marketing. “Son agentes que buscan incluir el oleoturismo en sus ofertas y toda la experiencia dentro de la propia almazara les ha sorprendido, especialmente, participar en el proceso de elaboración y catar ese mismo aceite”, asegura. De hecho, se llevan un paquete de “olive-makers” para el turismo ruso. “Además, presentaremos estos paquetes en una feria en Rumanía para Europa del Este, un segmento que crece mucho”, apunta. Como apunta, también han trabajado también con pequeñas agencias, para viajes en familia. “Uno de los aspectos que han gustado es que los paquetes se adaptan a diferentes públicos, desde profesionales a familias, gente que busca historia,...”, asegura. “Para este primer famtrip se quedaron fuera unos 18 agentes y barajamos la opción de realizar otro. Seguiremos trabajando en esta línea”, añade. Y, entre los proyectos más cercanos, adelanta, está abrir restaurante “en cuestión de meses”, en Picualia su restaurante.