Nubla profesa su devoción por San Blas y la Virgen de las Nieves

Una gran cantidad de visitantes acude a la aldea iruelense para participar en la festividad

11 may 2024 / 18:25 H.
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Siempre situada durante el primer domingo del mes de mayo, la pedanía de Nubla, perteneciente a la Iruela, celebra su tradicional romería en honor de la Virgen de las Nieves y San Blas. Aunque esta aldea, de la Sierra de Cazorla, sea una de las que menos población tiene, eso no impide que realicen esta festividad, con una gran devoción. La congregación tiene por costumbre partir a las 18:30 horas, con un recorrido que transcurre a partir de la ermita de Nubla, la cual fue construida en el siglo XVI. La virgen es portada siempre por mujeres, mientras que el santo es portado por varones. La travesía transcurre a lo largo de una carretera paralela a la pedanía, en la que realiza un trayecto de algo más de media hora. Durante la procesión, la congregación pasa junto al río Cañamares.

En todo el trayecto, se pudieron escuchar fuegos artificiales que acompañaban a la comitiva. Posteriormente, las imágenes regresan al templo, no sin que antes se obsequie a los visitantes con una última visión de la imágenes antes de entrar. Aunque la pedanía sufre un enorme problema de despoblación, quienes viven a su alrededor, ya sea en otros municipios, pedanías o cortijos, continúan su empeño de mantener con vida esta tradición para que no caiga en el olvido. Cabe destacar que Nubla perdió, este año, a su último vecino que quedaba empadronado. Quizás ya no quede nadie que resida en Nubla. Sin embargo, quienes han tenido contacto con la pedanía, alguna vez, no dudan en mantener viva su romería.

“He vivido siempre cerca de aquí, a poco más de un kilómetro. Esta celebración es parte de mí. Vengo todos los años sin falta para festejar”, atestigua Rafaela López. Pilar Torrecilla comparte un pensamiento parecido a esta vecina, habiendo disfrutado esta festividad desde que tiene uso de razón. “Viene mucha gente de alrededor, no solo quienes se han criado en cortijos de cerca. No vengo mucho pero, si lo hago, le aseguro que lo paso bien”, afirma María del Carmen Carmona. Gente como Isabel Rodríguez lleva esta fiesta en la sangre: “Si no acudimos sentimos como si nos faltase algo dentro de nosotros”. “Quienes nacimos aquí tratamos de conservar esta romería, todo lo posible. Aunque sea pequeña, se pasa un día genial unos con otros”, afirma José Carlos Marín.

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