Muestra de orgullo en Villardompardo en el Corpus Christi
El municipio se convierte en un museo al aire libre con los altares fabricados por los vecinos
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El municipio de Villardompardo es uno de esos lugares que vive con auténtica devoción el día del Corpus Christi. Los vecinos villarengos se vuelcan de lleno en la confección de distintos altares y alfombras. Localizados en diferentes puntos del municipio, la procesión hacía distintas paradas. Estos se realizaron, en su mayoría, con materiales reciclados, como plásticos o, incluso, materia orgánica. Pasadas las 11:30 horas del domingo, tras una misa, los fieles se prepararon para iniciar el recorrido de la procesión. Tras abandonar la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, los anderos que portaban el Corpus Christi, se detuvieron bajo un balcón del ayuntamiento, justo al lado de la parroquia, para recibir una lluvia de pétalos de flores, en un acto previo a comenzar la marcha por las calles. A lo largo de la travesía, la procesión se detuvo en más de una docena de altares que se encontraban repartidos por Villardompardo. En cada una de esas pausas, el párroco realizaba una oración que los fieles proseguían. Como suele ser costumbre, en la procesión del Corpus Christi, también participaron jóvenes, niños y niñas, que han recibido su primera comunión, recientemente. Tras pasar por el último altar, la congregación regresó a la parroquia de Nuestra Señora de Gracia, donde los fieles realizaron una última oración, hasta la celebración del próximo año.
“En estos días hay mucho movimiento. Aunque algunos lleguemos cansados al domingo no faltan ganas para celebrar también esta jornada”, exclamaba Ramón Calvache Sillero. Por su parte, Inmaculada Serrano Mozas decía que “hay mucho trabajo detrás de esta procesión pero se compensa con la alegría que nos da ver el resultado y a las gentes que se acercan a mirar”. “Es una celebración preciosa en la que todos los vecinos se involucran para llevar a cabo el trabajo. Resido aquí y no me la pierdo ningún año”, comentaba Juan José Hernández Gai. Asimismo, María Dolores Fernández Torres afirmaba: “Lo más grande que tengo en el mundo es el Corpus. Llevo aquí toda la vida y a mis años no pierdo las ganas de asistir a nuestra celebración”.