Muestra de amor al Labrador

El municipio se viste de gala para rendir devoción al patrón de la agricultura

16 may 2019 / 18:05 H.

Villacarrillo volvió a vivir una intensa jornada de esplendor gracias al día de San Isidro Labrador. Es una ciudad donde predomina el sector primario, por lo que los agricultores y buena parte de los vecinos festejan esta celebración con la tradicional procesión, que en las últimas décadas tiene un gran auge y participación, potenciado en los últimos años con la creación de la romería que lleva la jornada festiva hasta el paraje del Mastizar, donde se construyó la ermita en la que se celebra la fiesta en honor del patrón de los agricultores.

Es tradición realizar una verbena en este lugar. Suele ser muy concurrida, pero este año, por el buen tiempo —con temperaturas altas en la jornada de ayer y un día soleado que invitaba a salir a vivir esta fiesta— se ha notado más. No fue festivo local como en otras ocasiones, pero pese a eso fueron muchos los que se desplazaron hasta la ermita junto a San Isidro Labrador, llevado en su carroza, acompañado de vecinos en general y autoridades. Fue un día que se notó participativo por la escasez de alumnos en los colegios. No faltaron las tradicionales carrozas, en las que, un año más, reinó la imaginación y creatividad a la hora de realizar espectaculares montajes y vistosas composiciones. Como cada año, tras la misa que se celebró en la ermita, se procedió a la entrega de numerosos regalos y premios a las mejores carrozas y al mejor ganado. Fue en la carpa instalada en la explanada donde, a mediodía, se disfrutó de una comida de hermandad y posterior baile amenizado durante toda la tarde por una orquesta. A la caída del sol se hizo el recorrido inverso con la imagen de San Isidro hasta la iglesia de la Asunción, aunque la fiesta se prolongó durante algún tiempo, hasta empezar la noche.