Monteros en el paraíso público de La Aliseda
Pasajes de la montería de la Sociedad de Caza “Emperatriz Santa Elena” en el paraje de Los Cimbarrillos

Bernabé mejora de forma notable en el hospital y aunque el incidente se encuentra bajo secreto de sumario, el progreso del cazador de La Carolina herido en la montería suspendida de Santa Elena ha motivado que ésta se lleve a cabo definitivamente. Fue este domingo, en el paraíso público de La Aliseda, en el paraje de Los Cimbarrillos. Unas ochenta escopetas, con unas normas muy estrictas por seguridad, dos personas por puesto, pero solo un disparo, la otra escopeta enfundada y el postor velando en todo momento porque nadie de salte las normas de la Sociedad de Caza “Emperatriz Santa Elena”, en el pueblo del mismo nombre, la puerta de Andalucía a su entrada por Despeñaperros. Esta montería es una de las cinco que se suelen dar al año, quedan más, pero la falta de agua, con el campo completamente seco, ha afectado notablemente a las reses y, por ende, las rehalas sin agua y humedad, rinden solo una mínima parte de lo que suelen hacer habitualmente. En una hora casi no podían con su alma. Trofeos pocos, pero a “Matacuelga”, quien lo abate se lo lleva a su casa entero, un aliciente enorme que aviva la convivencia posterior en la plaza de toros de Santa Elena, en camaradería.
Este ha sido le marco, el ambiente y las condiciones en las que Diario JAÉN se acercó a la montería para hacer un reportaje. Las secuencias se enlazan en el vídeo. Desde el inicio, a primera hora de la mañana, cuando toca intendencia, nombres de monteros y asignación de puestos y postores. ¿Qué hacen y como es el paraje y todo su entorno? Lo explica un veterano, Ignacio Martínez, montero de Santa Elena, agricultor jubilado. Después hay dispersión hacia los puestos, por las veredas. En el puesto de “María Pía”, antigua mina, están Juan Hinojo y José Álvarez, que acogen a Diario JAÉN durante el reportaje. La espera para avistar una pieza es larga, requiere paciencia, hablar poco y bajo, no distraerse nunca. Las monterías son una suerte, te entran o no te entran y a Juan y José no le entraron. Cuando termina la caza, de vuelta a la plaza de toros de Santa Elena, la “Matacuelga”, los comentarios y la comida recia, mientras se charla sobre lo acontecido, que es mejor despachando un guiso de papas con costillas y una pipirrana de Jaén preparados por María Márquez.
Vocablos básicos
Armada: línea en la que se ubican los cazadores. Pepa: cierva. Gabato: cervatillo. Rehala: grupos de perros que mueven las reses. Utear: azuzar los perros. Postor: quien te guía y asigna lugar. Vareta: las astas del ciervo. Trompada: los restos del hocico del jabalí buscando lombrices. Papote: tiro cerca, a bocajarro. Matacuelga: lo que mates te lo llevas.