Multitudinaria recreación del cortejo de Isabel la Católica

Gran asistencia a la cena y mesón medieval en la Plaza de la Constitución

25 nov 2016 / 11:48 H.

El regreso del municipio al siglo XVI va camino de convertirse en una tradición. A lo largo de los últimos días, el centro vivió numerosas actividades enmarcadas en el programa Noviembre Cultural, organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento mengibareño, que rompieron no solo con la monotonía de la rutina diaria, sino con la propia imagen del pueblo. Porque, a las banderolas típicas que se colgaron en el casco urbano, se le sumó paja esparcida por las calles, se instaló en La Avenida y la Plaza de la Constitución el primer mercadillo medieval y hasta varios establecimientos comerciales y hosteleros se sumaron a la conmemoración con adornos en terrazas y escaparates.

Uno de los platos fuertes del regreso a la Edad Media fue la segunda recreación del cortejo fúnebre de Isabel la Católica a su paso por Mengíbar. La escenificación, que estuvo a cargo de los componentes de la Asociación El Paso de la Reina, arrancó en la zona conocida como el “Paso de la Barca”, junto al río Guadalquivir, y desde allí llegó, conforme anocheció, al casco urbano, igual que el año pasado. La comitiva del desfile fue encabezada por guardias a caballo y tamborileros. El “féretro” de la reina Isabel fue portado por guardias, que se turnaron, y estuvo acompañado por decenas de figurantes que representaron desde la nobleza al pueblo llano, sin olvidar a los monjes franciscanos, que durante el recorrido entonaron breves cánticos en latín.

En diversos rincones, el cortejo se detuvo para escuchar pasajes dramatizados de la vida de la que fuera esposa de Fernando de Aragón. Como novedad, este año se instaló en La Avenida un palco de autoridades, encabezadas por el alcalde, Juan Bravo, quien estuvo acompañado por varios ediles del equipo de Gobierno, todos ellos vestidos de época. Finalmente, el desfile concluyó en el templo de San Pedro Apóstol, donde fue despedido. Concluida la recreación, arrancó una noche muy especial en la Plaza de la Constitución, donde se instaló una barra de bar para celebrar un mesón medieval. A las faldas de la Torre se organizó, además, una cena en la que numerosos comensales acudieron ataviados con vestidos de la época. En el escenario, hubo diversas actuaciones, como la de Murmuria. Así se puso el colofón a un día que arrancó con juegos medievales a cargo de Getsemaní, grupo que al día siguiente se subió a las tablas para hacer una obra infantil que encantó al público más menudo. También divirtieron a los asistentes las bailaoras de la Academia F&M.