Memoria para los que se “quedaron” en Las Canalejas
Vecinos de Coto Ríos reconstruirán el cementerio de la aldea vacía

El fin de semana del 11 de mayo, si el tiempo lo permite, nos vamos a juntar, la gente que quiera colaborar, para ir a arreglar el muro del cementerio de Las Canalejas”. Así comienza el mensaje que la Hermandad de Santiago Apóstol de Coto Ríos difunde para presentar la que es una singular iniciativa ciudadana que pone la memoria de los antepasados de numerosos vecinos de esta población de Santiago-Pontones en el centro. “Todo el que lo desee puede participar, bien con una ayuda económica —cada cual lo que quiera— o bien aportando su trabajo en la reconstrucción”, apuntan. Esta es una iniciativa, precisamente, de esta Hermandad y la Asociación de Vecinos de Coto Ríos, que quieren sumar a todos los voluntarios posibles para evitar que el camposanto acabe derrumbado y perdido en el monte. “Se tienen ya todos los permisos para comenzar con la reparación, así que todo el que desee apuntarse, que se pase por el Centro Guadalinfo de Coto Ríos, donde irán completando una lista. Si alguien quiere aportar ayuda económica, y no puede venir, lo puede hacer a través de las cuentas de la Asociación de Vecinos, ya que esto es una actuación totalmente altruista y sin ánimo de lucro”, añaden.
Ismael Fernández Parra pertenece a ambos colectivos y, además, como dinamizador del Centro Guadalinfo de Coto Ríos, es la persona que coordina todas las respuestas de los voluntarios. Poco más de 24 horas después de anunciarlo en las redes, explica que ya son varias personas las que se han interesado y bastantes vecinos han puesto a disposición de la iniciativa sus manos, su ayuda económica y hasta sus propios coches para los desplazamientos de los participantes. Las Canalejas, una de las aldeas que fueron expropiadas y vaciadas en los años 60, está a una hora de coche a través de pista forestal de Coto Ríos.
Calculan que con unos 1.000 euros sería más que suficientes para la compra de los materiales y otros gastos que requiera esta tarea. Este muro, como explica, lleva al menos dos años derrumbado y así las tumbas quedan ya totalmente des protegidas. No es extraño que, en pleno corazón del Parque Natural, por ejemplo, animales como ciervos y jabalíes entren en el recinto y causen más daños. Son unos siete metros de rocas caídas que tratarán de volver a poner en pie. “Todavía hay muchas familias aquí que tienen a sus padres y abuelos allí enterrados. En mi caso mismo, la hermana mayor de mi padre está allí”, reconoce. Las Canalejas, como recuerda, era la aldea más grande y era el principal lugar en el que se daba sepultura a los fallecidos. Para esta tarea, la de conservar la memoria y el rastro de sus antepasados en el sentido más literal, también cuentan con la colaboración del Ayuntamiento de Santiago-Pontones. “Nos ha aprobado la licencia municipal de obras sin coste y, además, ha tramitado el permiso con Medio Ambiente, que también ha dado el visto bueno”, asegura Fernández.
“Queremos que también sea un fin de semana de convivencia de los vecinos. Una manera de recordar aquellos tiempos y que no se pierda más la memoria”, concluye.