Más quejas por el trato grosero de los monitores del bus escolar

Un nuevo retraso de 20 minutos reactiva el enfado en Los Noguerones y La Bobadilla

21 dic 2019 / 16:22 H.
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Continúan los problemas con el servicio de transporte escolar en Los Noguerones y La Bobadilla, pedanía y entidad local autónoma, respectivamente, de Alcaudete. Los padres del en torno a medio centenar de adolescentes que acuden a diario al instituto Salvador Serrano de Alcaudete —la mayoría de ellos, menores de edad— continúan quejándose del comportamiento de los monitores contratados por la empresa que han de velar por la seguridad de los chicos en cada uno de los buses —un hombre en el caso de Los Noguerones y una mujer en el de La Bobadilla—, una protesta que ya se trasladó de forma directa y por escrito a los responsables de la Delegación —más de 200 familiares firmaron el texto—. No obstante, lejos de solucionarse el problema con estos profesionales, según los padres, se ha agravado. Así lo asegura Fuensanta Martos, madre de una de las alumnas de Los Noguerones: “Actúan con despotismo, siguen empleando delante de los niños un lenguaje poco apropiado, uno de ellos se quedó dormido una vez y, además, no hacen el recuento de alumnos antes de partir. De hecho, un guardia civil acudió tres días a una parada y comprobó que el monitor, efectivamente, no cumplía esa labor. Sólo se limitaba a decir que había “treinta y tantos niños”. Vergonzoso, vamos”.

Desde la delegación se explica que, a raíz de estas quejas, se solicitó a la empresa la reubicación de los dos monitores. La versión de Cambus sobre el asunto, por el momento, brilla por su ausencia. “No contestan a los requerimientos ni tampoco al escrito de los familiares, que también les remitimos”, explican desde Educación a este periódico, que también trató de contactar con la empresa sin éxito. Sobre las medidas a adoptar para solventar el problema, desde la Educación aseguran que el propio delegado territorial está gestionando personalmente el tema: “Hacemos lo que está en nuestras manos porque no podemos pedir que despidan a los trabajadores”, si bien aclaran que el hecho de que no se haga el recuento de alumnos sí puede constituir un delito. El jueves, responsables de la delegación se pusieron en contacto con la propia Cano para informarle de estos intentos fallidos y, también, para conocer de primera mano las últimas quejas de los progenitores. Tras ello, las mismas fuentes de Educación adelantaron a Diario JAÉN que la petición de reubicación de estos dos trabajadores se hará a través de la propia Consejería.

nuevo retraso. Al margen del comportamiento de los monitores, este conjunto de padres denuncia que el vehículo que debía transportar el miércoles a los chicos de Los Noguerones al centro educativo se saltó “de forma inconcebible” su horario de llegada a la parada oficial que hace en la pedanía —la única que, desde la Delegación de Educación se confirmó que existe—. A pesar de que los estudiantes acudieron al punto de recogida pasadas las 7:30 horas, el bus no llegó hasta las 8:15, que es, precisamente, la hora a la que los alumnos tienen que entrar a clase. Al retraso hay que sumar que la lluvia obligó a que los chicos se apiñaran bajo la marquesina para protegerse del agua, pero, al no caber todos, algunos incluso se refugiaron en la casa de la abuela de una de las alumnas. Los chicos, finalmente, llegaron al instituto pasadas las 8:30, esto es, un cuarto de hora más tarde del horario de entrada, por lo que se sobrepasó el margen de quince minutos establecido en una de las cláusulas del contrato entre la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía y la empresa concesionaria del servicio, Cambus. No obstante, los responsables del servicio se disculparon en el centro, según los padres, y aseguraron que aquello se trató de algo puntual.

Ayer el vehículo volvió a llegar a la parada de Los Noguerones a la hora habitual —esto es, pasadas las 7:30, según los padres—, y aunque los familiares de los alumnos siguen sosteniendo que esa “no es la hora a la que debe pasar”, los chicos llegaron a clase a tiempo.

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