Más de un siglo de historia ferroviaria que deja huella

El pasado 15 de noviembre se cumplieron 125 años de la inauguración de un símbolo del pasado y el presente de Jódar: su estación de tren (actualmente Jódar-Úbeda) Fue en 1895, coincidiendo con la apertura del tramo Baeza-Empalme —anterior denominación de Linares-Baeza— a Quesada de la línea ferroviaria que, posteriormente, llegaría hasta Almería pasando por Bedmar y Garcíez, la propia Jódar, Larva, Cabra del Santo Cristo y Huelma.

Según explica Ramón López Rodríguez en el artículo “Jódar, cien años de ciudad. Nuestro ferrocarril cumple 120 años”, publicado en 2019 en la revista cultural galduriense “Saudar”, la construcción de dicha línea férrea “no resultó nada fácil”. El proyecto se incluyó en el Plan General de Ferrocarriles de 1869, aunque se consideraba de dudosa rentabilidad “por el duro relieve que debía atravesar”. Las obras acabaron ejecutándose, pero hubo que esperar hasta 1890 para el inicio de los trabajos. Estos los llevó a cabo la empresa francesa Fives-Lille por encargo de la Compañía de los Caminos de Hierro del Sur de España. Tras la inauguración de la línea en 1899, la Compañía de los Caminos de Hierro del Sur mantuvo su titularidad hasta 1929, año en el que pasó a manos de la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces. La empresa fue nacionalizada en 1936, en la Segunda República, y se integró en la Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste. En 1941 se nacionalizó toda la red ferroviaria española y la estación pasó a ser propiedad de Renfe.

López Rodríguez explica que en la Estación de Jódar existía una batería de viviendas–dormitorio para maquinistas y ayudantes de maquinista que actualmente está en ruinas. Según el mismo artículo, el personal de esta y el resto de estaciones de Mágina residió en dichas viviendas hasta 1993, año desde el que la mayor parte de las estaciones de la línea se encuentra en estado de semiabandono.

Aunque forme ya parte de la historia, de aquel pasado queda constancia gráfica en archivos como la colección fotográfica de la Asociación Cultural “Estación de Huesa”, a la que pertenecen las imágenes que se adjuntan. De arriba a abajo, representan a la brigada de vías y obras de Jódar recibiendo en 1971 unos cursillos (Sebastián Nofuente Moya), la misma brigada en un descanso en el Arroyo Salado en 1970, el jefe de Circulación dando salida al tren regional de Granada a Linares-Baeza en junio de 2007 (Javier Berbel), la brigada de vías y obras haciendo trabajos de mantenimiento en 1967 (Sebastián Nofuente Moya), el camión de la brigada de vías y obras en 1960 (Sebastián Nofuente Moya) y el propio Sebastián Nofuente junto a un menor y ante el camión de la brigada que conducía en la década de los sesenta.

JÓDAR O VILLAFLORES. A la estación galduriense se asocia una leyenda acerca de un cambio puntual de topónimo. El cronista oficial de Jódar, Ildefonso Alcalá, habla de ello en su artículo “El nombre de Jódar en la literatura picaresca y erótica española”. Según Alcalá, la relación de paronimia entre el topónimo y el verbo “joder” comenzó a ser motivo de sorna ya en el siglo XVI. La leyenda urbana dice que, cuando la reina María Cristina inauguró la línea de ferrocarril en 1899, los organizadores sustituyeron Jódar por Villaflores en el rótulo de la estación galduriense por mero decoro.