Marwan: “Lo más importante es seguir gozando como un niño”

Han pasado tres años desde su última entrega y ahora Marwan Abu-Tahoun Recio (Madrid, 1979) regresa por todo lo alto con nuevo disco, Mis paisajes interiores (el primero tras su fichaje por Sony Music), y con una extensa gira que ya de inicio tiene más de veinte fechas por toda España, incluyendo una parada en el WiZink Center en enero.
“Abro una etapa nueva porque siempre he sido muy independiente. De repente, todo lo que has estado haciendo solo ahora lo haces mucho mejor, más organizado y con más apoyo. Sigo haciendo lo que quiero, lo único que no controlo tanto son los tiempos y te tenido que grabar con más antelación”, explica a Europa Press el músico madrileño.
Dentro de esa mejoría a la que hace referencia, pone especial énfasis en el sonido “gordísimo” de esta nueva obra que, efectivamente, suena a grande. “Es el triunfo del disco y lo ha conseguido el productor Tato Latorre”, destaca, antes de aclarar que, en cualquier caso, sigue siendo “totalmente” él, pues su “identidad no se ha pervertido en absoluto”.
“En todo caso se ha potenciado”, apostilla, para acto seguido relatar que grabó el disco entero en catorce días gracias a los “recursos infinitos” de Tato como “productor superlativo”. Además, confiesa que él suele “padecer bastante las grabaciones” por pura “inseguridad”, a pesar de lo cual en esta ocasión ha “disfrutado al ser rápido y sencillo”. CANCIONES Y POEMAS
El regreso de Marwan es un compendio integrado por once nuevas canciones y un generoso conjunto de poemas inéditos escritos para la ocasión, todo ello fruto de un año de trabajo intenso en el que incluso dejó de actuar salvo “alguna cosita muy suelta”.
“Esta época ha sido dura porque venía muy cansado de la gira y sentía que mi cabeza no funcionaba bien. Tenía el disco muy a medias y estaba un poco ansioso, que es lo peor que le puede pasar a un creador. Lo comparaba con el anterior disco, para el que tenía ochocientos millones de canciones y eso no ha sido fácil”, confiesa desde la satisfacción del trabajo ya terminado.
Un trabajo que él ve como “un poco monográfico de desamor, aunque también hay esperanza y temas sociales, de filosofía de vida, la soledad derivada de la hiperconectividad, la falta de solidaridad y empatía”. A su juicio, en definitiva, el álbum “tiende al desamor pero es bastante variado a nivel musical y de temática, con distintos paisajes”.