Una aventura en bicicleta de 2.000 kilómetros por la costa
Tres amigos recorrieron la zona del Adriático desde Atenas a Venecia

El pasado mes de julio tres amigos marteños, Angel Luis Iglesias, Manolo López Basterrechea y Francis López, culminaron una aventura que les llevó a recorrer en bicicleta toda la costa del Mar Adriático desde Atenas a Venecia. Más de dos mil kilómetros a base de pedalear durante diecisiete días. Esta es la cuarta aventura que realizan y que tendrá su broche de oro en el libro de viajes que los tres amigos preparan.
Según Francis López, las primeras etapas de la aventura transcurrieron por Grecia, donde después de visitar la Acrópolis de su capital, Atenas, atravesaron el Canal de Corinto que une el Golfo del mismo nombre con el Mar Egeo. Después, pasaron por la ciudad de Lepanto, famosa por la batalla naval de 1571 en la que la coalición de países católicos se enfrentaron al imperio otomano. El siguiente país que recorrieron fue Albania, que durante muchos años ha estado considerada la más férrea dictadura de Europa, donde entre otras ciudades visitaron su capital, Tirana. Según López el siguiente destino fue Montenegro, siempre hacia el norte para dejar atrás el Mar Jónico y llevar como nuevo compañero al Mar Adriático. Aquí, según cuentan los tres amigos, pudieron disfrutar de la espectacular bahía de Kotor, que toma el nombre de la ciudad vecina, muy cerca de Croacia. Francis López no duda en señalar que el país estrella de su aventura fue precisamente Croacia, donde visitaron algunas ciudades monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco tales como la ciudad de Dubrovnik, el Palacio del emperador romano Diocleciano de Split, la bella zona de Trogir y la magnífica catedral de Santiago de Sibenik, ciudad famosa por ser la cuna del famoso jugador de baloncesto Drazen Petrovic.
Según destacan los tres amigos, en su aventura pudieron admirar y disfrutar de la costa croata y los innumerables atractivos que ofrece y entre los que destacan las magníficas calas de aguas cristalinas en las que se refrescaron con algún que otro “apetecible” chapuzón que les ayudó a mitigar los rigores de la canícula estival. Según contaron, estos jóvenes también tuvieron ocasión de visitar la isla de Hvar donde llegaron a través del ferry que une la ciudad con la costa. Allí siguieron su periplo y llegaron a la ciudad de Stari Grad, también Patrimonio de la Humanidad donde de nuevo se subieron al ferry que les llevaría a la ciudad de Split. Desde aquí siempre en el borde de la costa Dálmata y sin apearse de la bicicleta visitaron otras ciudades como Zadar y Rijeka antes de entrar en territorio esloveno, donde transitaron por sus carreteras para alcanzar el último país de la ruta: Italia. Por el país transalpino transcurrieron las dos últimas etapas de este viaje cicloturista con paradas en la ciudad de Venecia, que era el objetivo que los amigos se marcaron para esta nueva aventura en la que emplearon más de diecisiete días de pedaleo a través de dos mil kilómetros de recorrido. De momento ya piensan en una nueva ruta para el próximo verano. Una aventura “única e inolvidable” que seguro no olvidarán ninguno de los tres participantes.