Un templo cargado de historia

La real parroquia de Santa Marta ya esconde menos secretos tanto históricos como arquitectónicos para los marteños. Al menos, para las algo más de veinte personas se dieron cita en la Plaza de la Constitución de Martos para formar parte del grupo que completó la primera de las rutas guiadas por el señero templo que se celebrarán mensualmente durante el Año Jubilar tuccitano. La técnica municipal del área municipal de Cultura, Ana Cabello, fue la encargada de, según sus propias palabras, de ilustrar un recorrido que comenzó en la plaza y que llevó a los participantes a visitar distintos rincones interiores del templo.

Erigida tras la conquista cristiana de la ciudad en 1219, la real parroquia de Santa Marta es uno de los primeros templos marteños construidos en la época, si bien no se sabe con certeza si fue este o el de la Virgen de la Villa el más antiguo. El estilo del inmueble debió ser románico, pero ninguna evidencia al respecto se conserva en sus detalles. No obstante, tanto su portada como sus tres bóvedas de crucería, entre otros puntos, sí que presentan muestras de un estilo gótico isabelino, esto es, de finales del siglo XV y principios del XVI. Su torre, en cambio, ya es plenamente renacentista.

Actualmente se ejecutan trabajos de restauración en una de las bóvedas de la capilla de Jesús Nazareno, anexa al edificio y se prevé la rehabilitación del campanario, la capilla bautismal y el coro. El templo de Santa Marta es uno de los monumentos más valiosos que atesora la ciudad de la Peña.